El desafío

Una escritora consagrada, y conocida por obras anteriores con varias novelas muy aclamadas, como “El pájaro espino”, que la hizo mundialmente famosa, escribe esta historia desarrollada a finales del siglo XIX.

Esencialmente, sus novelas destacaron siempre por su rigor histórico y también por sus contenidos con cierto sabor romántico.

Una novela histórica, también podemos decir, una novela de amor, aunque se podría decir una historia de sentimientos en el ambiente del nacimiento de un nuevo país, una moderna Australia en expansión.

Una novela, por tanto, que no se la puede calificar sólo como novela de amor, pues el tema del nacimiento de Australia es muy significativo, aunque sirva como trasfondo de la trama de este matrimonio y su forma de vivir, de amar y de relacionarse.

Un matrimonio de conveniencia entre una joven escocesa, obligada a abandonar su país natal y viajar hasta un nuevo mundo, para casarse con un absoluto desconocido.

Novela desarrollada entre los años 1872 a 1900 en los que se retrata perfectamente la vida del matrimonio formado por Elizabeth Drimmond, y Alexander Kinross, un matrimonio concertado por Alexander, un escocés, que ha conseguido crear una inmensa fortuna, primero en EEUU y después en Australia, con la fiebre del oro, ha solicitado la mano de la joven escocesa de dieciséis años, que llegará a un país totalmente desconocido al igual que lo es su prometido.

Veremos ya, desde el inicio, un matrimonio destinado al fracaso. Sin embargo Elizabeth, que es el personaje central, tiene carácter y mucha fuerza, y aunque al principio nos encontramos a una joven solitaria y sin experiencia, llena de dudas a la que le ocurrirán toda clase de problemas, con mucho sufrimiento, también intentará encontrar su lugar en esas tierras y se irá convirtiendo en la mujer que conseguirá finalmente ser feliz.

Las tensiones entre la pareja se acrecientan y no dejan de aumentar. Ella solo siente desprecio además de temor hacia Kinross, su marido, que tampoco oculta su relación con otra mujer
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Un ambiente familiar en una mansión donde sólo los criados chinos son los únicos compañeros de la joven escocesa.

Es muy interesante como la autora caracteriza los personajes, son muchos los que podemos ver como principales y perfectamente construidos y con personalidades muy marcadas, aunque muy diferentes pero impregnados de pasión, pero también de sufrimiento y sentimientos.

En primer lugar, tenemos que tener en cuenta a la joven escocesa Elizabeth, es la protagonista con la que empalizamos y con la que viviremos los mejores momentos de la aventura.

Un personaje que conseguirá la fuerza y el carácter necesarios para conseguir ser feliz a pesar de sus iniciales dudas, será definitivamente una extraordinaria mujer apasionada que deslumbrará. Muy bien descrito.

Alexander Kinross, el escocés, despreciado y bastardo, que huye de Escocia consiguiendo llegar a establecerse en Australia, ya inmensamente rico.

Ruby, un personaje libre, con un hijo, que tendrá una relación estable y duradera con Alexander a la que incluirá en sus negocios y también amiga de Elizabeth.

Lee, el hijo de Ruby, un mestizo que para Alexander será el heredero de su imperio. Además de todos los personajes secundarios que los acompañan.

Complejas relaciones de amor y amistad, con apasionadas historias que finaliza de forma sorprendente e impresionante.

Otro aspecto de interés son las magníficas descripciones sobre Australia así como la historia sobre este continente, en aquel momento tan desconocido.

Es muy importante , sobre todo, que el libro también nos pone delante de nuestra mirada, las terribles injusticias ante las diferentes razas, algo que todavía perdura en las sociedades porque lo que predomina es que si alguien no es como yo, entonces no merece ser tenido en cuenta.

En este sentido, el libro también nos da una lección de igualdad.

Entretenimiento asegurado.