Reflejos en un ojo dorado

Una lectura que leí hace tiempo, que releí más tarde y que retomo esta reseña porque pienso que es una gran escritora, y de la que siempre estoy dispuesta a comentar alguna de sus grandes obras, y esta lo es y lo merece.

Me encanta Carson McCullers, a la que admiro profundamente y a la que leo con sumo placer, toda su obra es poderosa y absolutamente recomendable.

Se hizo esta nueva y maravillosa edición, en el 100 aniversario de su nacimiento y el 50 aniversario de su muerte hace ya bastantes años, creo que en el año 2017, con un estupendo prólogo de Cristina Morales y un espectacular epílogo de Tennessee Williams, su gran amigo.

Después de obtener un gran y merecido éxito con su primera y extraordinaria novela, “El corazón es un cazador solitario” a la temprana edad de veintitrés años, Carson McCullers escandalizó a la opinión pública americana con esta, su segunda novela, que escribió un tiempo después, y fue publicada en 1941 “Reflejos en un ojo dorado”.

En esta su segunda novela, trata temas difíciles, conflictivos y muy complejos como la homosexualidad, la infidelidad y en un contexto cerrado de una institución intocable, como es el ejército americano durante la década de los años treinta, donde sitúa todos los acontecimientos.

Se percibe ya la tragedia. La novela transcurre en una base militar del Sur de Estados Unidos en época de paz. Un escenario aislado del resto de la sociedad, que tiene sus propias reglas.

Y es allí donde se produce un grave conflicto entre cinco personajes de relaciones irregulares y secretas tensiones internas: el rígido y dividido capitán Weldon Penderton, que no puede soportar que su esposa coquetee con todos, tenemos, pues a su infiel esposa Leonora, al amante de ésta, el comandante Morris Langdom y amigo de Penderton, a su enferma y atormentada mujer, Alison, que sobrevive gracias a la ayuda de su criado filipino Anacleto.

Y sobre todo, destaca la presencia del soldado Williams, un personaje solitario, opaco y controvertido hacia el que el capitán Penderton experimenta una fuerte atracción, que en momentos linda con el odio, y en otros con el amor, y que desencadenará la violencia y la tragedia.

Carson McCullers presenta la trama de relaciones entre unos personajes llenos de odios e impulsos reprimidos que emergerán de manera inevitable en un ambiente también oprimido.

Refleja de forma magistral la decadencia humana, a través de los increíbles y magníficos retratos de sus protagonistas.

McCullers consigue colocar al lector en una posición de espera ante el desencadenamiento de unos hechos que prevé terribles.

Una atmósfera inquietante y opresiva, un ambiente cerrado y enfermizo cargado de mentiras, traiciones y secretos y unos personajes extremos y excesivos son los ingredientes con los que se fraguará esta historia de celos, amor y muerte.

Sin embargo, y a pesar de las dramáticas situaciones, creo, que también he percibido ternura hacia los personajes creados.

Novela con un estilo a veces implacable, unos personajes perfectamente caracterizados y de enorme intensidad, consiguiendo crear la fuerza y tensión necesaria a través de su certera y poética forma de narrar.

Hay una adaptación al cine de 1967, que es todo un clásico dirigida por John Huston y protagonizada por Elizabeth Taylor y Marlon Brando en una magistral interpretación. El guión es de Francis Ford Coppola.

Ahora quisiera ver también todas las adaptaciones cinematográficas.

Me he leído todo lo que hay de la autora, autobiografía y biografía incluida y todas sus obras. Me reservo para otro momento, la reseña de una extraordinaria novela, que es mi preferida de toda la obra de Carson McCullers.

Aunque sin duda, esta es una excelente obra y una gran lectura que recomiendo absolutamente.

“Reflejos en un ojo dorado” escrito por Carson McCullers, traducido por María Campuzano y publicado por Seix Barral.

Es una novela corta, poco más de 100 páginas, a la que no le sobra ni falta nada, ni un punto ni una coma. La autora crea una realidad y unos personajes bien definidos, quienes habitan dentro de un cuartel con sus limitaciones y normas apartados de otras realidades. Estos personajes viven sin vivir, aparentando, ignorando y evadiendo sus deseos, ajenos a quienes son ellos mismos. No es de extrañarse que se sientan desdichados, infelices, inseguros e indecisos. Viven bajo las máscaras del decoro.

El lector sabe desde un inicio que el desenlace fatal es inevitable. Hay una gota constante desde las primeras lineas que con cada caída saca de quicio a estas personas. Lo que hace que se desenvuelvan de una manera teatral y dramática.

Con pasiones reprimidas, la represión misma, las frustraciones, depresiones y el vacío, Carson McCullers hace que no podamos dejar de leer este libro.

Altamente recomendado.

Un relato sombrío, lleno de personajes solitarios e insatisfechos, que no encuentran su lugar en el mundo, con un final sorprendente. Un marido cornudo que no es consciente de su homosexualidad latente. Dos mujeres incapaces de llevar las riendas de su vida. Eso son los personajes, simples hojas llevadas por los vientos del destino.