Iluminación y fulgor nocturno

Un título precioso, Iluminación y fulgor nocturno, al que se añade, una autobiografía inacabada, y efectivamente, el libro no es una biografía lineal al uso, sino que por el contrario está repleta de saltos hacia delante y hacia atrás, el calendario no la rige, no está adscrita al orden que acompaña a las biografías o autobiografías en general.

Después de haber leído la obra, considero que debo detenerme en el magnífico título que da nombre al escrito.
Parece sugerirnos un posible acercamiento a la teoría de la unidad de los contrarios, ya que es evidente, que iluminación y nocturno se oponen, aunque apareciendo también el calificativo de fulgor, parece que lo que perseguiría la autora, sería dulcificar y conjugar lo oscuro y lo nocturno para hablarnos de su vida, de sus luces y sombras, de su lucha , buscando constantes salidas a una existencia exterior e interior, acogedora y armoniosa.

Esta autobiografía de Carson McCullers la tengo desde hace ya bastante tiempo, cuando se editó, y aunque le había echado un vistazo, no acabé de leerlo. Sin embargo, es hace solo un tiempo cuando he completado su lectura y con muchas ganas, porque también me sumergí en parte de su obra que me encantó y fue un rendimiento absoluto a toda ella.

Pienso que todo tiene su momento y he querido conocer más datos de su vida y de su obra contada por ella misma. Y este es el resultado.

Además, cuando se cumplieron los 50 años de su muerte y también 100 años de su nacimiento, se volvieron a publicar todas sus obras y en magníficas ediciones, entonces muy fáciles de encontrar, e incluso poseerlas, para poder hacer uso de la relectura, cuando he necesitado repasar algunos pasajes de su obra, que siempre me han conmovido y enseñado.

En esta autobiografía se incluyen, también por indicación de la propia autora, el epistolario que mantuvo con su marido, Reeves McCullers durante la segunda guerra mundial, entre los años 1943 y 1945.

Las cartas de Reeves son ante todo, una crónica de lo que acontece en la guerra y lo hará sobre todo, relatando su día a día en circunstancias penosas y difíciles y a la vez. también serán un testimonio del apoyo y camaradería que lo une a su esposa, Carson McCullers, que desembocará en un segundo matrimonio en marzo de 1945.

Las cartas que ella le envía revelan su preocupación por la salud y el bienestar de Reeves, además de su amor hacia él, pero lo hará con un tratamiento más lírico, mas cercano, más íntimo, dejando salir la vena artística y literaria que siempre la acompañaría.

Esta autobiografía está escrita al dictado meses antes de su muerte, contiene las reflexiones de la autora sobre los acontecimientos más importantes de su propia vida.

Hace un recorrido de forma caótica y espontánea por el panorama literario contemporáneo del período de postguerra, junto a reflexiones sobre sus gustos literarios, que me han resultado muy interesantes.

También nos habla de aquellos artistas, que formaron parte de su grupo de amigos y conocidos e incluye además datos de la relación que tuvo con Reeves, su divorcio y su segundo casamiento.

Pero sobre todo, es muy interesante lo que cuenta acerca de su creación literaria , es lo que ella llama iluminación, que forma parte del espléndido título que he comentado, y comparte cómo nacieron sus obras.

Por otra parte, nos relata su faceta de dramaturga y el reconocimiento que obtuvo.

Contiene también una excelente introducción, una detallada cronología de su vida y obra, la bibliografía así como una buena colección de fotografías que ilustran la vida de una de mis autoras favoritas.

Una obra muy interesante, aunque también dolorosa por la enfermedad que la llevó a la muerte a los cincuenta años.
Una extraordinaria escritora y un libro impregnado de literatura.

Una obra imprescindible para quienes interesados por la autora, quieran completar lo que ya conocen de Carson McCullers y en caso de que la desconozcan, los animo a llevar cualquiera de sus obras a sus manos.