Bien os diré que es exactamente lo que esperaba. Es la versión de Pídeme lo que quieras reducida y vista desde los ojos de Eric Zimmerman. Ciertamente es agradable descubrir lo que él pensó o sintió cuando ocurría tal o cuál cosa. No sólo conoces el punto de vista de Judith, si no que después de leer este libro, también el de Eric. En algunas partes se me ha hecho algo monótona por el hecho de que la historia no admite diferencias entre una y otra, sería desconcertante e ilógico. Así que a disfrutar de Eric y sus histerísmos.
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