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Crítica de Bibliotecariarecomienda


Bibliotecariarecomienda
29 September 2018
Lo primero de todo quiero decir que no quiero ofender a nadie con mi reseña. Los que me seguís habitualmente podréis ver que no suelo ser muy hater a la hora de reseñar, ya sea porque elijo libros que desde el comienzo intuyo que me pueden gustar, o porque siempre intento encontrar algo positivo en lo que leo. Digo todo esto porque puede ser que me quede una reseña un poco negativa y sé que hay algunas fans de Megan que son acérrimas y la defienden a capa y espada. Por eso ante todo quiero decir que esta es mi opinión personal como lectora, como usuaria de a pie, que gasta su dinero como todas en los libros que cree que le pueden gustar y a veces lo hacen pero otras no.

Leer considero que es algo muy subjetivo, y que a mí me guste o no me guste algo no quiere decir que a los demás deba gustarles o no también, el mismo libro puede ser una maravilla para una persona y un bodrío para otra, cada uno debe sacar sus propias conclusiones. Yo solo doy mi opinión, mis impresiones, y lo haré intentando no ofender a nadie, así que también pido respeto para mi opinión.

Pues nada, vamos al meollo del asunto. Yo soy Eric Zimmerman es un spin-off de la famosa saga Pídeme lo que quieras de la conocida autora Megan Maxwell. Este libro es el primer volumen de una bilogía que verá su desenlace en el 2018 con el Yo soy Eric Zimmerman Vol. 2.

En principio, y si no lo he entendido mal, se supone que en esta bilogía se verá como un resumen de la historia que vimos reflejada en la saga Pídeme, esta vez desde la perspectiva de su protagonista masculino, Eric Zimmerman, cuyo nombre da título a este spin-off. Este primer volumen abarcaría la historia contada en Pídeme lo que quieras y Pídeme lo que quieras ahora y siempre.

Las que ya habéis leído Pídeme lo que quieras ya sabéis de lo que va la historia, para las que aún no lo conocen os resumo un poco.

Eric Zimmerman es un exitoso empresario alemán, a la muerte de su padre pasa a ser el dueño mayoritario de Müller, la empresa familiar con filiares en varios países, entre ellos España. Por deseo de su madre, que quiere que se haga cargo de la empresa, accede a viajar a España, donde conocerá a Judith. Con ella empieza una relación al tiempo que la irá sumergiendo poco a poco en la clase de sexo liberal que a él le gusta practicar.

Pues nada, os voy a contar como, en mi opinión, una autora puede destrozar un personaje que te enamoró desde que lo conociste, y es que a veces pienso que es mejor una narración bajo ambas perspectivas desde el comienzo a hacer estas cosas y destrozar la imagen que un personaje tenía en tu cabeza. Muchas veces es mejor dejar un personaje en la fantasía y en tu imaginación que destronarlo del pedestal donde lo habías puesto al plasmarlo en papel nuevamente.

Megan ha intentado hacer un Grey, al igual que E.L. James, nos trae la visión de Eric de su historia de amor con Jud, y al igual que a E.L. James, le ha quedado algo que no hay por donde cogerlo. En el caso de James, también me compré el libro con muchísima ilusión por conocer la historia desde el punto de vista del protagonista masculino y, al igual que este, no pudo ser más decepcionante.

Nos encontramos con un hombre orgulloso y egocéntrico que está acostumbrado a hacer lo que le da la gana con quien le da la gana.

«¡Soy un macho alfa!
Todas quieren que las desnude.
Todas desean que me meta entre sus muslos.
Todas se mueren por ser las elegidas esta noche.»

¡¿Pero qué me estás contando hijo de mi vida y de mi corazón?!😲 Esto en la primera página, vamos que me daban ganas de tirar el ereader por la ventana. Y eso que ya sabía en lo que me estaba metiendo, pues leí el primer capítulo gratuito que ofreció la editorial en su web, pero aún así caí, debo tener un puntito masoquista porque si no no lo entiendo...

Pero es que la forma de narrar, no sé si es que yo ya llevó mucho tiempo leyendo, o que Megan ha perdido eso que la hacía tan especial y que me llevó a enamorarme de su obra. ¿De verdad es necesario abusar tanto de las formas verbales y adjetivos para describir una escena? ¿Es necesario que la palabra morbo, morboso, etc, salga en un párrafo sí y en otro también? Está claro que yo ya no conecto con su obra y ya os digo es una pena porque esta autora me gustaba mucho.

«Me gusta...
Me trastorna...
Me sorprende...»

«Exquisita...
Delicada...
Insuperable...»

«—Pequeña, te gustará.
Y le gusta...
Le apasiona...
Le enloquece...»

Otro ejemplo de las formas verbales por triplicado como en los formularios del ayuntamiento...

«Le hago saber que he venido a jugar con su cuerpo, a enseñarle cómo manejar un vibrador, y ella se enfada. Estalla. Grita.
La observo gesticular, maldecir, farfullar. En eso es como mi madre, muy española.»

¿De verdad es necesario que toda la narración sea así? Es como cuando tienes un examen y no has estudidado demasiado y te lanzas a meter rollo y repetir mil veces lo mismo para hacer relleno y que parezca que sabes de lo que va la cosa.

Otra cosa que no me ha gustado es como está narrado el libro, para quienes hemos leído la serie puede no ser excesivamente importante, a no ser que haga tiempo como yo y te vayas perdiendo por las páginas, pero para quienes no la hayan leído y prefieran empezar por este, no se van a enterar de la mitad, pues pasa de puntillas por muchas cosas, las resume en lugar de narrarlas, con lo que no parece un libro nuevo, si no una recopilación de ideas del anterior. Os dejo un ejemplo con la misma escena en ambos libros.

Escena de Pídeme lo que quieras:

«—Vístete. Nos vamos.
Extasiada por lo vivido, hago un gesto afirmativo con mi cabeza. Cojo el vestido, que veo a un lado de la cama, y me lo pongo. Me siento en la cama y lo observo vestirse. Después, me doy cuenta de que estamos solos en la habitación.
—¿Dónde está Björn?
Eric me mira y, con un gesto que me descuadra, pregunta:
—¿Para qué quieres saberlo?
—Para nada, Eric —respondo, sin entender su pregunta—. Es simple curiosidad.
En ese instante me percato de que algo le pasa y lo agarro del brazo. Eric se suelta de mala gana.
—¿Por qué estás enfadado?
La furia de sus ojos me deja sin habla.
—¿Por qué querías meterte su polla en la boca?
Sus palabras me sorprenden. No sé que responder.
—No lo sé, Eric. El morbo del momento.
Al ver que él no me mira y se sigue abrochando la camisa, exploto:
—¡Perfecto! Me traes aquí. Me haces abrirme de piernas para él y ahora, ¿me vienes con reproches? Joder, Eric... no lo entiendo.
—Tú has accedido. No lo olvides.
—Por supuesto que he accedido. ¡Imbécil! He entrado en el juego. ¡Tu juego! Me he dejado lamer, chupar y follar por una persona a la que no conozco de nada porque sé que a ti es lo que te gusta, y ahora, cuando ves que he disfrutado y me he dejado llevar por el morbo, me lo reprochas. ¡Vete a la mierda!
Dispuesta a largarme de allí, me encamino hacia la puerta. Pero antes de que llegue, él me agarra y me tumba sobre la cama.
—Tienes razón, nena... tienes razón.
—¡Gilipollas!... Eso es lo que eres, un auténtico gilipollas.
—Entre otras muchas cosas. Perdóname.»


La misma escena en Yo soy Eric Zimmerman Vol. 1:


«—Vístete. Nos vamos.
Judith recoge su vestido y, al ver que estamos solos, me pregunta:
—¿Dónde está Björn?
Le contesto de malos modos y ella, molesta, vuelve a preguntar:
—¿Por qué estás enfadado?
La miro, recordando cómo miraba su erecto pene, deseosa de metérselo en la boca, y, cuando se lo echo en cara, sisea con desconcierto:
—No lo sé, Eric. El morbo del momento.
De nuevo cruzamos varias palabras y, cuando por fin soy consciente de lo imbécil que soy por pensar algo que no viene a cuento, ella exclama:
—¡Gilipollas!... Eso es lo que eres, un auténtico gilipollas.
Le pido disculpas.
¡Tiene razón!»

¿Alguien más ve lo que yo? Es como una conversación unilateral, donde te estás perdiendo la mitad de la información. Yo lo único que veo son un cúmulo de situaciones, que en su mayor parte, no tienen sentido alguno a no ser que tengas fresco el primer libro en tu cabeza. Ya no sé si la autora lo ha hecho ex profeso, para quienes no se hayan leído el libro se animen a buscar las píldoras de información que faltan o no.

Me he encontrado a un Eric que no me ha gustado nada, un hombre al que le dicen que no y va a buscar mejores pastos, le dices «te quiero» y se tirá otra tía, te preocupas por él y te echa a patadas... He descubierto un Eric Zimmerman egoísta, un cavernícola cabezota y controlador preocupado solo por él mismo, al que no le preocupa mucho los sentimientos de los demás y no me ha gustado nada.

Vamos que estoy harta de los personajes, tanto masculinos como femeninos, que dicen una cosa y hacen otra, me tienen hasta el gorro.

Para concluir, el primer libro de la saga original me encantó, pero yo no sé si es que hace mucho tiempo desde que lo leí o que lo tenía idealizado en mi mente, pero al leer este me ha echado la historia al suelo, pero obviamente para mí, entre un libro y otro me quedo con el primero.

Yo soy Eric Zimmerman es un libro para fans de la saga, así que si no la has leído con anterioridad no te recomiendo que lo leas, al menos hasta haber leído al menos los dos primeros libros de la saga, pues no vas a enterarte de la mitad de las cosas que pasan excepto de una manera superficial.

Y para terminar, podéis dejar todos vuestra opinión, pero siempre respetando la de los demás, que no todos tenemos los mismos gustos y es totalmente respetable.

Besotes. 💋


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