Yo soy Eric Zimmerman (Volumen 2)

Cuando supe que se publicaría el punto de vista de Eric Zimmerman de las tres ultimas novelas (Pídeme lo que Quieras o Déjame, Sorpréndeme y Pídeme lo que Quieras y yo te lo daré) en una sola entrega, tuve muchísima curiosidad por adentrarme en su mente. ¿A quién no le gusta tener los dos puntos de vista? A mí me encanta, así que en cuanto me hice con él y comencé a leerlo, no pude parar.

La pluma de la autora sigue muy en la línea, es decir, simple y coloquial que te engancha desde la primera página. La forma de escribir de Megan me gusta mucho porque sus libros se me hacen muy fáciles de leer. En cambio, lo que falla en este, sin duda, es la trama.

El problema que he tenido con estos libros desde que leí el primero es, principalmente, que no aportan casi nada nuevo a la historia. Sí que se hace interesante leerla de nuevo pero esta vez desde el punto de vista de Eric, sin embargo, durante toda la novela se me ha hecho todo demasiado repetitivo. Hay muy pocas escenas que sean distintas a las ya conocidas dentro de la historia y para mí, que lo estoy releyendo todo seguido, puedo decir que era como si estuviera volviéndola a leer otra vez sólo que con los pensamientos de otro personaje de por medio en lugar de los de Judith. Además, he de admitir que después de haber leído estos libros, si tengo que quedarme con un narrador, sin duda alguna, sería con Judith. ¿Por qué? Por el simple hecho de que mientras leía a Eric se me iba cayendo un mito. Ya me pasó con el primer libro y realmente esperaba que mejorara en este... pero no lo hace. Siento que no he conocido a Eric más de lo que ya sabia con estos libros, pero me ha quedado claro que no sabe cuando admitir que está equivocado.

Estamos ante una historia que, a pesar de no convencerme mucho, ha sido entretenido leer.
¿Qué podríamos haber esperado de nuestro Iceman?