¿Un último baile, milady?

En esta historia conoceremos a dos amigas, a Celeste (española) y a Kim (inglesa). Es tal su amistad que son como hermanas, pero Kim regresará a Londres y dejaran de verse por un tiempo. Más tarde, Celeste se mudará con Kim y será allí donde la primera descubrirá quien es realmente su amiga y los misterios que esconde la casa donde se aloja. Con unos objetos “mágicos”, lograrán viajar al Londres de la regencia y ya os podéis imaginar la historia disparatada que allí vivirán y la gente a la que conocerán. ¡Imaginaos a dos mujeres del siglo XXI viviendo en el siglo XIX! Nos espera una historia con mucho humor y situaciones disparatadas, conversaciones hilarantes y, como siempre, mucho amor del bueno.

¿Qué me ha parecido esta novela? La he disfrutado muchísimo y la he leído prácticamente del tirón. Una lectura original donde se mezcla el futuro en el pasado y donde conoceremos a unos personajes muy fuertes y decididos en ambos tiempos. Celeste y Kim o Lady Travolta y Lady DiCaprio, son buenísimas, tienen para todos, sobre todo Celeste, quien no controla mucho eso del pasado y la tía aunque intenta contenerse, es una metepatas total. Y un personaje secundario a tener en cuenta y con mucho potencial para convertirse en personaje principal es Katherine con su historia.

En cuanto la historia de amor y la mezcla de épocas, me ha gustado mucho, aunque el final, está bien, pero… ¡ains! me ha faltado algo, es decir, me ha encantado la historia con el Kenneth de la regencia, pero al volver a su tiempo, me ha faltado bastante. En general diré, que aun con ese final, me ha gustado muchísimo y me he reído con esas salidas de tiesto de Celeste.

Otro libro más de Megan que he devorado, disfrutado y que no me he podido reír más. Sin duda, una autora a la que seguiré leyendo. ¿Tendremos historia de Katherine?

Lo he escuchado a través de una app de audiolibros, y la verdad es que eso ha sido un aliciente extra a la historia. Porque si me lo hubiera leído en físico, a lo mejor no lo hubiera acabado.

Ha sonado un poco drástica pero... ¡Ay Megan...! A cada última novedad que leo de ella, echo más de menos sus primeras historias, tan llenas de amor, escenas calentitas y buenas tramas.

Esta me ha parecido muy repetitiva y un poco subrealista todo. Entiendo que no siempre ha de basarse en lo mismo y que hay que ser creativo o creativa, pero hasta un cierto punto, o al menos que esté todo bien hilado y/o tenga coherencia.

Celeste y Kimberly, que son las protagonistas de esta historia, viajan al 1800 cuando ellas son de este siglo. Utilizan palabras como pivonazo o otras que en ese siglo no tienen sentido, y acaba siendo algo "natural". Es muy repetitivo que a cada rato vayan diciendo lo mismo.

Lo único que me ha gustado ha sido que a ratos era divertido.

Siendo sincera, si alguna de vosotras me pregunta algún libro para comenzar con esta autora, este sería el último que le recomendaría.

Puff, como explicar este libro...creo que la historia no tiene nada de malo (podría haberle puesto un 5/10) pero la forma en la que Megan Maxwell escribe me saca constantemente de la historia.
Tiene unas expresiones que me desconciertan. Las dos protagonistas rondan la treintena (más o menos como yo) y usan unas expresiones rarísimas, citan a personajes famosos que quizás son más de la edad de nuestros padres, tienen bromas absurdas, la música que escuchan es del estilo...
Un viaje en el tiempo al pasado, donde todo les sale de maravilla, no tienen ningún problema, todos son majísimos con ellas...un poco desesperante la verdad.
La lectura ha sido muy rápida, porque no tiene mucho que meditar el libro, pero me gustan más los libros con algún problema, con algún drama.
En fin, que no ha sido para mi.

Esta vez Megan nos sorprende con un time travel súper divertido y original. En el que me he reido y he disfrutado mucho de la historia.

Celeste y Kim son las protagonistas de esta historia pero cuando viajan al pasado nos encontramos con unos personajes secundarios que se merecían ser principales por toda la historia que llevan a cuestas.

Decir que Megan avisa desde un principio que no es una historia de época y así es, y me ha encantado ya que Celeste y Kim mantienen su personalidad en todo momento.

Me ha gustado mucho ver todo el lio que se monta cuando llegan al pasado y como intentan solucionarlo todo.

La historia está narrada desde el punto de vista de Celeste y aunque es un poco loca nos demuestra lo importante que es para ella la familia y como intentará ayudar a todos los que se cruzan en su camino.

La historia "romántica" y la historia del hilo rojo del destino me ha gustado mucho ya que nos demuestra que dos personas de diferentes épocas no pueden estar juntas pero que si se tienen que encontrar lo harán.

El final con su epílogo me ha dejado muy buen sabor de boca, es tan bonito❤

Ah! Se me olvidaba, ha vuelto la Megan de antes, y espero que sea para quedarse.

¿Un último baile, milady? Es el último libro de Megan Maxwell, obviamente al ver su portada supuse que la trama sería ambientada en otra época y paré todo lo que estaba leyendo para empezarla. Y la verdad es que no me decepcionó para nada, amo sus historias llenas de magia dónde la protagonista va a parar a una época totalmente diferente a la suya. Sobretodo porque si soy sincera, me pongo en los zapatos de ellas y creo que no duraría ni un solo día antes de volverme loca extrañando todos los beneficios y comodidades de la actualidad.
Pero sobretodo sería imposible para mí aguantar las distinciones de género y de clases, tan absurdas, machistas, obsoletas, que habían en la antigüedad. Así que es muy divertido ver la añoranza que pasan nuestras protagonistas por cosas como las bragas, las compresas, el inodoro o por supuesto...el móvil.
Celeste y Kimberly son dos grandes amigas, y aunque pueda que no haya lazos sanguíneos que las una, si hay un vínculo de corazón entre ellas; son como ellas mismas dicen... "Amimanas". Fueron inseparables desde que se conocieron años atrás en la universidad en Madrid, pero después de terminar su carrera Kimberly se devolvió a su hogar en Londres y Celeste quedó atrás en su país, España, buscando trabajo y visitando cada vez que podía a su amada yaya... Su abuela moderna, irreverente y alegre, con la que tiene una muy especial relación.
Pero con dificultades para conseguir un buen trabajo en su carrera y una decepción amorosa más, Celeste toma la decisión de aceptar la proposición de Kimberly, y darle la oportunidad a Londres para radicarse. Sin llegar a imaginarse que tras el hallazgo de un diario de una antepasado de su amiga y unos misteriosos hechizos, ellas mismas descubrírian hasta donde puede llegar el mágico poder de la luna.

Con una antigua historia sobre una bruja en su familia, Kimberly podría estar familiarizada con la magia, sobretodo al poseer un maravilloso y certero sexto sentido; pero en pleno siglo XXI y siendo la chica moderna que es, no podía pensar que un hechizo de viaje en el tiempo funcionaría.

Es así como impulsadas por la curiosidad una noche de luna llena, se embarcan en un mágico viaje más allá del tiempo, en la Londres de la Regencia... En 1816.

¿Un último baile, milady? es una bonita historia de amor de muchas partes.
Ambientada en el siglo XIX.

Celeste, es una joven médico virologa que vive en Madrid y Kimberly es una joven extranjera que comparte piso con ella durante una temporada. El tiempo y la familia hacen que se separen, hasta que Kim invita a Celeste a irse a vivir con ella a Londres donde le buscará trabajo.

Allí, Celeste, descubre la verdadera vida de su amiga.. y cosas del destino/azar harán que las dos jovenes viajen al siglo XIX donde encontrarán numerosas sorpresas, nuevas amigas y amores que permanecerán con ellas en sus corazones.

Una novela muy divertida que nos hace soñar a través de sus protagonistas y nos hace conocer como era la sociedad en otro tiempo.

Bueno, me encantan los viajes en el tiempo.
Pero este viaje ha sido muy poco inspirador.
Realmente es necesario un viaje en el tiempo para despotricar contra la regencia?
Para hacernos ver que aquí y ahora vivimos mejor?
Por mi se podría haber contado la historia en el presente, porque lo que han vivido en ese viaje ha sido de lo más surrealista.
Tenemos a Kim y Celeste en el presente que por un motivo u otro acaban en el año 1817 y con qué fin? Pues no sé yo....supongo que si queréis enteraros tendréis que leer el libro, pero vamos, para mí es predecible desde la primera hoja.
No me acordaba porque dejé de leer a esta autora y ahora ya lo sé.
No me gusta mucho puntuar los libros y darles baja puntuación tampoco, pero a veces ...
Y por supuesto esto es una opinión mía, que el libro no me haya convencido no quiere decir que no guste al resto de personas que lo lean.
Pero si debo decir que me ha decepcionado, pensé que sería otra cosa.

Nunca había leído nada de Megan Maxwell, aunque ya me habían contado un poco de su tipo de historias y me las habían recomendado, así que me picó la curiosidad por este, que está ambientado en la regencia.

Pero la verdad es que creo que si lo hubiera tenido en físico, se me habría atravesado.
Los constantes anacronismos y modismos propios de nuestra época me chocaban muchísimo siendo usados en la regencia, y mucho más que fueran tomados por los personajes como si fueran lo más natural del mundo.
También había muchos momentos y expresiones muy repetitivas en la narración, que se podrían haber pulido un poco.

Lo único que le reconozco, es que me he llegado a reír mucho con algunas de las situaciones absurdas, porque de tan surrealistas que eran o me reía o tiraba el móvil por la ventana.

No es un libro que recomiende mucho, la verdad.

Título alternativo: No sin mis bragas.
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Como apasionada de las novelas de época y de viajes en el tiempo, me emocioné cuando descubrí que Megan Maxwell iba a publicar un libro que mezclaría ambos géneros.

Pese a que ¿Un último baile Milady? Es su primera incursión ambientada en la Regencia, debo admitir que me gustó mucho más que la mayoría de sus últimos trabajos.

Como nos tiene acostumbrados, la novela cuenta con dos protagonistas, Kimberly (inglesa y medio bruja) y Celeste (viróloga y española), siendo esta última quien lleve el mayor peso de la misma.

La española se muda a Londres con su amiga por cuestiones laborales, donde juntas descubrirán el encanto de la ciudad y un hechizo que cambiará sus vidas para siempre (sin mayor trasfondo o pretensiones).
La obra de Maxwell es una buena compra para todo lector que se inicie en las novelas de época, pues se detiene a menudo a dar explicaciones sobre la etiqueta y comportamientos del siglo XIX, que le resultarán de ayuda para comprender mejor a todos los personajes que allí conozcan así como el modo de sentir y ser de la sociedad que en su día conformaba el gran Imperio Británico. Todo ello aderezado por el humor y sátira típica de la autora. Ahora bien, para los que como yo, leemos mucho romance histórico, notaremos que no es demasiado fiel a la propia época. Aparecen incongruencias y particularmente eché en falta más descripciones del Londres de la Regencia. al fin y al cabo, son los detalles lo que hacen que nuestra fantasía vuele y nos imaginemos allí, como uno más.

Llama la atención que Celeste tenga más escenas con Kimberly que con su coprotagonista, Keenneth; y aunque al principio la obra engancha mucho porque quieres saber cómo concluirá todo, de la mitad al final fue perdiendo fuelle. También me llamó la atención el hecho de que apenas tenga importancia que Keenneth sepa o no que Celeste es de otra época a la suya.

En general, es un libro recomendable por lo inusual y divertido sentido del humor de la autora.
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Celeste y Kimberly son las protagonistas femeninas de esta historia, dos chicas que se hicieron amigas mientras cursaban sus estudios universitarios y cuya amistad se ha mantenido a los largo de los años. Dos treintañeras que vuelve a compartir casa, esta vez en Londres. Y por circunstancias viajan al pasado.

Con este punto de partida, en principio, una amante de la romántica histórica, debería disfrutar de esta historia, pero lo cierto, es que para mí esta vez, no pasa de un entretenimiento, porque lo cierto es que no me ha convencido. El problema es que no todo vale. Cuando leo una novela sea del género que sea, no me gustan las incongruencias y aquí hay algunas.

Que puedo decir, con sinceridad, no es la mejor novela de Megan Maxwell.