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He de admitir que desde el momento en que puse este libro junto a los anteriores de Adivina quien soy, y vi el tocho de páginas que tenía, se me quitaron las ganas de leerlo. Más que nada porque no había hecho más que colocarlo, cuando una gran amiga me lo cogió y no volví a saber de él hasta pasados un par de meses. Cuando volví a tenerlo entre mis manos, me plantee seriamente leerlo antes de comenzar la universidad, y realmente tomé la decisión correcta. Simplemente ALUCINANTE. No tengo palabras para describir lo que me ha gustado. Sin duda tiene la firma de Megan Maxwell. Creo que incluso me ha gustado más que Adivina quien soy, pues estoy descubriendo que soy más de chick lit que de erótica. Desde que conocí a Andrew en los anteriores libros me enamoré de él, y me puse muy triste cuando Ruth le dio plantón, por eso me alegro tanto de que Coral fuera la elegida para él. Por otro lado, quitando el pequeño detalle de la portada que nos lleva a pensar en los orígenes de Andrew, no se me había pasado por la cabeza de dónde podía ser. Incluso, he de admitir que como lectora me dio rabia no conocer el significado de la portada hasta prácticamente el final de la historia, pero creo que ha sido una gran estrategia por parte de la autora para mantener la intriga. Para el porrón de páginas que tiene, no se me había pasado por la cabeza que pudiera leerlas en menos de 24 horas, a pesar de ser una historia de Megan Maxwell jajajaja Me ha encantado, ha sido espectacular. Como ya he dicho, me cuesta describir con palabras cómo me he sentido tanto al leer, como una vez terminada la novela. Sin duda, Megan consigue hacernos reír, llorar, emocionarnos, enfadarnos, acelerarnos e incluso llena de amor nuestros corazones mientras formamos parte de la historia. Los personajes que crea esta autora son difíciles de olvidar, tanto por su forma de ser como por cómo impactan en nuestro corazón. de esta manera nos hace sentirnos tristes cuando leemos las últimas palabras de sus novelas, y por eso deseamos fervientemente comenzar otras, para poder sentirnos parte de ellas y conocer nuevas y magníficas personas, (aunque sólo sean de ficción). Un detalle que me gusta, y que Megan suele repetir en la mayoría de sus novelas, es la abundancia de escenarios. Que la historia no transcurre en un solo lugar, y que necesita de la intervención de otros personajes para que todo quede cuadrado y resuelto. He pasado un montón de horas con la cabeza metida en el libro, y no me arrepiento. Por más que quería parar, mis manos no podían cerrarlo, y mis ojos se dirigían sin control a las primeras palabras del capítulo siguiente. Megan Maxwell logra, con cada nueva historia, demostrarnos que las mujeres somos dueñas de nosotras mismas, y que podemos tomar decisiones y vivir según nuestro criterio, independientemente de lo que piensen los demás, como bien demuestra Coral. Que, en parte, de una forma u otra, somos guerreras, y cada día luchamos por seguir siéndolo. Enlace: https://dialectura.blogspot... |
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