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Después de haber leído El Último Mago en diciembre del año pasado me quedé con muchas ganas de saber qué iba a ser lo próximo que pasara en la historia. A este libro le di cuatro estrellas, y es que me gustó bastante. Es por esto por lo que tenía unas expectativas altas de su secuela, La Ladrona del Diablo, y ya sabemos lo que pasa con las altas expectativas, que después los libros nos decepcionan aunque sean un tanto interesantes. No sé muy bien cómo comenzar la reseña de este libro, porque hay muchas cosas que quiero comentar, y tristemente muy pocas son positivas. Normalmente no tengo problemas en seguir una historia con múltiples puntos de vista, pero en esta me ha resultado excesiva la cantidad, ya no sólo de personajes, sino también de tramas. En muy poco espacio de tiempo se presentan una gran cantidad de personajes, que si bien son conocidos del libro anterior, no me resultaron relevantes ni interesantes. No he entendido cuál es el motivo de narrar tantos puntos de vista, cuando la mayoría de estos personajes no tienen nada que aportar a la trama. Para mí esto hace que el progreso de la historia sea muy lento e incluso aburrido, además de que el libro adquiera un tamaño considerable. En lo personal, sólo dos de los protagonistas, Estrella y Harte, me han resultado interesantes, y aún así esta trama también me ha parecido bastante repetitiva, como una pescadilla que se muerde la cola. En general, creo que el problema principal para mí no ha sido tanto la historia como la forma en la que está narrada. Creo que la búsqueda de las gemas es un tema que podría haber resultado muy interesante, pero que ha ido perdiendo interés con el paso de las páginas. Y es que parece que la autora se recrea demasiado a la hora de introducir tramas, de tal manera que la acción no parece llegar nunca. Mi impresión es que después de casi 700 páginas no se ha conseguido nada, o al menos nada que sea realmente importante. En mi humilde opinión a este libro le sobran muchísimas páginas. Tampoco he visto desarrollo alguno en los protagonistas, quienes en algunos momentos incluso me ha parecido que actuaban con gran inmadurez. Como decía antes, de todos ellos sólo Estrella y Harte han conseguido captar un poco mi atención, porque sinceramente de los demás no me importaba en absoluto lo que hicieran o dejaran de hacer. Eso sí, me gustaría hacer una mención especial al trabajo de la autora, porque deber ser muy complicado elaborar tantas tramas paralelas y conseguir que tenga sentido. En conclusión, La Ladrona del Diablo ha sido una lectura con la cual me ha resultado muy complicado mantener la atención, y ha habido momentos en los que he pensado en abandonar el libro, pero quería terminarlo para poder hacer una reseña fundamentada y también porque quería comprobar si en las últimas páginas algo cambiaba. Me da mucha pena que no me haya gustado porque como decía al principio El Último Mago fue una lectura con la que disfruté bastante, pero considero que esta segunda parte no ha sabido estar a la altura. A grandes rasgos el libro no está del todo mal, e incluso puede resultar entretenido, pero a mí personalmente no me ha gustado, y por tanto no creo que continue leyendo esta saga. Enlace: https://www.planetasingular... |
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