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Como todos los libros de Megan, este es uno de los que te engancha desde el principio. He leído críticas buenas sobre este libro y críticas muy malas, es decir, que te puede gustar o no, pero no te deja indiferente. A mí particularmente, el estilo de Megan me gusta. La redacción no es ni mucho menos perfecta y esta es una novela donde hay muchísimas palabrotas, pero solo de los personajes que lo requieren. Olga y Clara son dos policías de un barrio madrileño, que como chicas de barrio hablan de esa manera. Justo en contraposición están Alex y Óscar, dos médicos escoceses de la alta sociedad. Por lo que en la novela no solo hay palabras soeces. Claro está que siendo Olga la protagonista es lo que más va a primar, pero todo esto con un fin. Los personajes me han encantado, con especial mención a los secundarios. La abuela y la vecina de Olga son el no va más. Es una novela que te hace reír tanto con los personajes como con las situaciones. Si buscas una novela de lectura fácil, divertida y no te importa el vocabulario de barrio, esta es una buena novela que te hará pasar un buen rato. |
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