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Después de leer ese final de película, de final de capítulo de una serie o de una telenovela de la primera parte, empecé con una expectativa alta acerca de qué pasaría. Me supo a poco esos dos capítulos que dedicaron al asunto, pues a veces tiendo al dramatismo y esperaba una catástrofe o algo similar. Sigo pensando que Dylan es un romanticón muy detallista, muy celoso (tampoco se lo reprocho) y que Yanira podría tener más detalles con él, aunque los pocos que tiene son muy bonitos. Con respecto a sus peleillas..., a veces son absurdas, otras demasiado dramáticas y otras son con razón, de estas que te dan ganas de hinchar a más de uno. Muchos de los personajes que han aparecido me han encantado, he podido ver cómo evolucionan y se han hecho respetar, además de observar cómo han ganado seguridad en sí mismos. A otros sencilla y llanamente les arrancaba la cabeza y lo que no es la cabeza; y a otros me los comía a besos (¡Pero qué mona que es la sobri de nuestros protas!). Este libro me ha hecho sacar mi vena enfermera (estudio enfermería) y cada vez que pasaba algo relacionado activaba la antena y he de decir que me ha gustado (encima se puede decir que he “estudiado”). Pero lo que de verdad me ha gustado ha sido ver como superan las adversidades, no solo muestra el mundo de color de rosa, sino que también se ve el sufrimiento de los personajes, la ansiedad que sienten, las penas que cargan sobre sus hombros. Yo sufría al mismo tiempo, podía notar lo que sentían y eso es algo que me gusta, que me haga sentir, que no me sea indiferente. Y, bueno, ya sabéis que no todo es romanticismo o sufrimiento; también hay diversión algo diferente a la anterior entrega. Enlace: https://dialectura.blogspot... |
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