¿A qué estás esperando?

Megan Maxwell es una de las autoras más conocidas de nuestro país, por lo que todos sus libros se van a las listas de los más vendidos y suelen tener muy buenas críticas, algo que corroboré cuando la leí  (¡por fin!) por primera vez hace unos cuantos años. Títulos como ¿Quién eres? o Tampoco pido tanto, los últimos que he leído de la autora, han confirmado lo mucho que me entretienen y divierten sus historias, convirtiéndose en una de las referentes del género romántico en España, así que cuando se anunció la publicación de ¿A qué estás esperando?, tenía claro que acabaría leyéndolo, puesto que acabaría este fatídico año con un libro que seguro que me arrancaría más de una carcajada entre mis últimas lecturas.


Imagen del twitter de la autoraCan Drogo, como piloto e hijo de la empresa High Drogo, está acostumbrado a rodearse con gente seria, refinada y que ha tenido una vida muy fácil, porque todos han formado parte de la élite desde que nacieron. Atractivo, adinerado y simpático, sabe que puede elegir a la mujer que quiera para pasar una noche, pero siente que llega un momento en el que se aburre, porque no siente esa conexión especial. Sin embargo, esto cambiará cuando conozca a Sonia, una chica que no ha tenido una vida tan fácil y trabaja al máximo para darle un buen futuro a su hija de ocho años, aunque se cuestionará si sus dos mundos podrían encajar para algo más que diversión. ¿Podrán dejar Can y Sonia atrás todo aquello que les separa y atreverse a viajar juntos o acabarán ganando las interferencias a su alrededor? ¿Encontrarán en el otro toda la felicidad y paz que no encuentran sus respectivos mundos? 


En esta historia, nos encontramos un recurso que ya ha usado la autora en otras novelas, y es mostrarnos la historia de amor de dos personajes que provienen de mundos completamente distintos y que lo más probable es que nunca se encontrarían, pero en este libro sí lo hacen, y de qué manera. Algo que me ha gustado de este libro es que aunque está catalogada como novela romántica u erótica, no hay escenas sexuales sin justificación ni repetitivas, como me he encontrado en algunos libros del género, que es algo que no soporto y por lo que dejé de leer esta temática en algunas ocasiones. También me ha encantado que nos encontráramos con personajes de diversa orientación e identidad sexual, lo que hay que aplaudir porque esta autora tiene un público de mujeres por encima de los cincuenta años bastante importante, así que es de aplaudir que muestre estas realidades y lo haga con naturalidad, al igual que también encontramos temas duros, tratados de una forma realista, como es el consumo de drogas. He visto que surge la duda de si se puede leer este libro sin haber leído previamente el otro libro conectado, y la respuesta es que sí que se puede leer esta novela sin haber leído con anterioridad Tampoco pido tanto, aunque en mi caso recomiendo hacerlo para conocer mejor a los protagonistas de esta historia, pero no es imprescindible. 

Hacía bastante tiempo que no leía a Megan Maxwell y después de un Febrero bastante intenso, vi la oportunidad de leer su última novela para desconectar.

La protagonista, Sonia, es una mamá soltera que junto a su hija Ibiza tiene todo lo que quiere. Es una empresaria de éxito, ocasionalmente modelo curvy y ex-patinadora olímpica. Además ella y su hija son fanáticas de Juego de Tronos.
Can es un guaperas que no quiere compromisos de ningún tipo, comandante de aviones en la empresa familiar, disfruta de todas las mujeres que se le presentan.
Hasta que el destino lo cruza con Sonia y todo aquello que tenían empieza a cambiar al sentirse muy atraídos el uno por el otro.

La historia me ha entretenido al principio, pero he encontrado cosas bastante molestas que me han hecho ir desconectando a medida que avanzaba.
Como en todos los géneros hay abundantes clichés y en esta novela creo que se juntan unos cuantos.

Además las constantes palabras y expresiones repetidas como por ejemplo: halleloooooo! (La decían muchísimo y además fue extendiéndose a bastantes personajes), el meter la palabra mari delante de muchas palabras (marinovio, maridivina, maridrama y un largo etc...) y la palabra gustoso (sobretodo en las partes más sexuales...).
Tampoco sé que pinta una niña de 8 años siendo fanática de una serie como Juego de Tronos y el recordarnos constantemente qué Can es un perfecto adonis y Sonia una chica de talla 44 🤷

Si tuviera que sacar algo positivo, destacaría a la niña, Ibiza, que me ha sacado alguna sonrisa y al padre de Sonia.

En fin, que volver a leer a Megan no me ha descubierto nada nuevo, pero desconectar un rato de otras lecturas me ha venido bien.
No quiero quitar mérito a una escritora tan popular como ella y he de reconocer que en su momento leí alguna novela suya que me gustó bastante, por supuesto esta vez, no ha sido el caso.

A pesar de pertenecer a la misma bilogía, se puede leer esta novela sin haber leído su anterior, aunque en mi caso recomiendo hacerlo para conocer mejor a los protagonistas de esa historia y su odisea, pero no es imprescindible.

La verdad es que, a pesar de la extensión del libro, su lectura ha sido muy rápida, ya que me ha enganchado desde el principio, con personajes muy carismáticos y divertidos, y esos guiños constantes a la serie Juego de tronos que me han parecido geniales, a pesar de como acabo la serie.

La novela vuelve a estar narrada en tercera persona, lo que ayuda a conocer a todos los personajes, ya sean principales o secundarios y tener una imagen global de la historia tan bonita que contiene entre sus paginas.

Como siempre la narración de Megan es de lo más sencilla y ágil, de nuevo nos acerca al mundo swinger, pero esta vez de pasada ya que se ha centrado más en la relación de amor de los protagonistas y el valor de la amistad. Además, muestra muchos valores y mucha diversidad; ya que la protagonista es madre soltera que ha criado a una hija sola con amigos gays y drags. Es una novela sin tabúes y que muestra temas de la actualidad, lo que crea un ambiente cercano y real. Incluso se toca el tema de las drogas.

Como curiosidad, nuestra autora esta evolucionando para bien y es que, aunque está catalogada como novela romántica u erótica, no hay escenas sexuales sin justificación ni repetitivas, como pasaba con la saga Pídeme lo que Quieras; y vaya detallazo meter a protagonistas de Adivina Quien Soy y recordar algunas de sus vivencias.

Una historia de amor como las que estamos acostumbrados, pero también ahondando en la libertad sexual, la tolerancia y tratando problemas duros y reales.

En estas casi 700 páginas, vamos a conocer a Sonia, una mamá soltera, impulsiva, sin tabúes, que hace y dice lo que le viene en gana y que está metida en el mundo de los eventos y la moda. Tras una cena concertada por su madre, para ver si “casa bien” a alguna de sus dos hijas (tiene tres), nuestra Sonia conocerá a Can, el heredero de la compañía aérea High Drogo y el objeto casadero de la madre. Obviamente, Sonia, al salirse de los cánones de belleza establecidos por la sociedad, ve en Can a un amigo con quien pasar algún rato agradable y sin más pretensiones. Can, por su parte, ve lo mismo en ella, alguien con quien reír y tener agradables conversaciones, pero que para nada es su tipo de mujer... hasta que la ve haciendo ojitos a otros hombres…

Esta historia me ha enganchado de tal manera, que he desconectado del mundo, sin horarios. Esa tensión entre los protagonistas, esa Ibiza que es una pequeña sinvergüenza y se come la historia, ese Charles, que no tiene porqué pero que ahí está para ella, esas hermanas tan cabras locas, en general unos personajes “marigeniales”, aunque dos en concreto no lo son para nada. Y qué decir de Can y de Sonia, la personalidad de ella es brutal y él... él es un amor al que no hay absolutamente nada que reprocharle.

A pesar de esas casi 700 páginas, se me ha hecho muy corto. Trata temas que tienen muy buen fondo y sobre todo va de familia, de la que se elige.

Guiño especial a “Babas” que allá donde esté espero que esté haciendo amigos.

En este libro conoceremos a Can comandante de vuelo y a Sonia madre soltera y luchadora como personajes principales.
En la historia también tienen mucha relevancia la hija de Sonia que se llama Ibiza (o Lady Mini Stark como a ella le gusta que la llamen) y también conoceremos a Ginger, un amigo muy importante para Sonia que siempre ha estado a su lado en la buenas y en las malas.
Me ha encantado la relación entre Sonia e Ibiza, se nota que tienen una conexión madre e hija muy especial, además se comunican con siglas en algunas ocasiones. Me ha encantado sentir esa complicidad.
Can es un hombre guapo que puede conseguir a la mujer que quiera solo con pestañear, el vive con su perro Chester.
Un día por casualidades del destino Sonia y Can se cruzan, y gracias a Ibiza que adora los perritos y que cuando algo se le mete en la cabeza no para quieta, los encuentros de estos dos serán muchos más de los que pensaban.
Me ha gustado mucho la historia en general, es verdad que "Tampoco pido tanto" me gustó más porque me metí más en la historia. Aún así este me ha gustado muchísimo, que una cosa no quita la otra.
Un libro entretenido, con muchos temas interesantes detrás y muy reivindicativo. Me ha dejado muy buen sabor de boca.