- Hay palabras tan poderosas como leyes naturales, deslumbrantes como el sol, ensordecedoras como el trueno: ¡Libertad! ¡Igualdad! ¡Fraternidad! Esas palabras sirven de bandera a los pueblos. Avalados por ellas, los hombres combatimos la tiranía. Mujeres, ahora debéis imitarnos, y haciendo uso de esas palabras, luchar por conquistar la independencia. Sed libres en el amor, en el hogar, en vuestro país. Equiparaos a nosotros en la familia, en la sociedad, y por encima de todo, iguales en la política y ante la ley. ¡Fraternidad! Sed nuestras hermanas, las compañeras de nuestros más ambicionsos proyectos, nuestras intrépidas aliadas. Tratad de que se os considere como a la mitad de la Humanidad, y no como a una parte inferior y ruin de la Humanidad.