Hugo-go-go: El eco rebelde: 11

El protagonista de esta novela gráfica para jóvenes se llama Hugo-go-go porque en el valle de Ecolandia, el lugar al que pertenece, tienen por norma repetir la última sílaba de las palabras que emiten los Gritolones. Los Gritolones son en realidad humanos a quienes los Gritolones temen porque saben que los consideran criaturas extrañas, no solo porque sus orejas son grandes. hugo se resiste a seguir esta ley de repetir la última sílaba a pesar de que los profesores, sus padres e incluso algunos amigos no entienden su negativa a reproducir el eco como se ha hecho desde siempre en su comunidad que tiene más rasgos de distopía que de país avanzado.



Sin embargo, cada vez les resulta más difícil a los Ecolones mantener la tradición porque los Gritolones están más pendientes de sus dispositivos móviles que de escuchar el eco perfecto. Para colmo de males, un día, Hugo se rebela contra las leyes de su país y el día del examen público pronuncia un discurso en público sin hacer eco ni una sola vez. No es que le cueste asimilar la prueba, es que lo considera totalmente banal y de poca utilidad porque piensa que los humanos van al valle a gritar «tonterías». Es el único que piensa así y a sus mayores les da un soponcio y él se ve obligado a huir al bosque donde se encuentra con un Gritolón llamado Olimpio que le cuenta que desde que Hugo no reprodujo el eco como es debido ahora muchos Gritolones quieren visitar el Valle de Ecolandia y eso pondría en peligro a sus habitantes.

Los dos, Hugo y Olimpio, se unen para llevar a cabo su misión: proteger el Valle de Ecolandia de visitas de humanos, o Gritolones, curiosos que desean escuchar el eco equivocado. Y lo consiguen después de convencer a las autoridades de Ecolandia de que es necesario cambiar la tradición con nuevas propuestas que parten de los jóvenes que son el futuro.

Una historia divertida con imágenes muy coloridas, a veces estridentes cuando la trama lo exige, que demuestra que el choque entre tradición y nuevas formas de concebir la vida se puede solucionar con el diálogo, la apertura de mente y sobre todo la valentía de los jóvenes que pueden pasar de ser considerados rebeldes a héroes si son capaces de perseverar y demostrar la firmeza y madurez de sus acciones. Ilaria Mattioni y Emanuele Racca, los autores del texto y las ilustraciones, han hecho un buen trabajo con una historia que pueden leer lectores de diferentes edades por su trasfondo, su toque de aventura y que invita a reflexionar por lo absurdo de muchas normas y costumbres impuestas.
Enlace: https://culturamas.es/2022/0..