El monje

El monje, es un libro escrito por Matthew G. Lewis a sus 21 años y publicado en 1796. Se trata de uno de los máximos exponentes de la novela gótica y rápidamente despertó el interés y asombro de la crítica y del público, y aún hoy en día sigue sorprendiendo a los lectores.

La novela nos presenta a Ambrosio, un monje español que ha pasado años clausurado en su monasterio, con una reputación intachable y un estado profundamente virtuoso, hechos admirados tanto por parte del pueblo madrileño como por los religiosos. Debido a diversas circunstancias, debe abandonar esta vida de reclusión y confinamiento, y a lo largo de la novela descubriremos si su reputación sigue siendo igual de virtuosa una vez expuesto a las tentaciones de la vida exterior.

Se trata de una novela gótica que contiene todos aquellos elementos que son fundamentales en una novela de este estilo. Hay fantasmas, demonios, ritos y sacrificios. Pero también encontramos una crítica a la Iglesia y a la Inquisición brutal, tal y como se explica en la Introducción de la edición de Valdemar escrita por Francisco Torres Oliver “Los patriotas defensores de la moral, la religión y los sanos principios literarios y políticos, condenan el libro por libertino, por indecente, por desvergonzado, y porque parece notarse en él un cierto tufo a ateísmo… diríamos que casi revolucionario.”

Es un libro que engancha desde los primeros capítulos, y de la mitad hacia el final esta sensación es mayor, ya que se empieza a intuir hacia dónde van a evolucionar los personajes. Si que es verdad que en la primera mitad del libro hay algún capítulo hecho para enlazar las historias de los personajes, entiendo la necesidad de unir las vidas de los protagonistas, pero la historia explicada es un tanto inverosímil y, como consecuencia, esta parte se me hizo un tanto pesada. Como punto positivo a destacar, creo que la novela avanza a buen ritmo y que la cantidad de giros inesperados que van sucediendo la hacen muy amena en su lectura.

Nos encontramos con una novela que nos presenta una diversidad de personajes y personalidades importante, hecho que nos ayuda a empatizar con algunos de ellos, más que con otros. Son sometidos a situaciones muy duras y escabrosas y además está narrado de forma amena pero explícita, todos estos elementos favorecen que sintamos empatía por algunas situaciones que suceden en la novela.

El monje es una de las primeras novelas góticas publicadas, esto hace que muchas otras del género tengan elementos que también vemos en esta. Bajo mi punto de vista es una historia muy valiente para la época en la que fue escrita y publicada y en la que se tratan temas controvertidos, que en su momento dieron mucho de qué hablar y criticar. Se habla de pactos demoníacos, incestos, violaciones, el sacerdote como villano, la religión y la inquisición española.

Personalmente he disfrutado de la novela, a pesar de que se tratan temas poco agradables y hay escenas incómodas, pienso que la intención del autor es siempre la crítica a lo establecido de su época, sobretodo a la religión. Aunque como punto negativo pienso que algunas mujeres de esta historia están sometidas a situaciones muy duras y difíciles que yo creo que las debería dejar marcadas a nivel psicológico de por vida, en cambio el autor, en este aspecto muestra poca empatía con los personajes femeninos, y las dota de una facilidad para superar estas situaciones sin ningún tipo de secuela que a mi me pareció inverosímil, tampoco es algo que me haya molestado en especial, pero sí que me apetecía comentar.

La experiencia de lectura en general es muy positiva, he disfrutado de la historia y me he dejado sorprender por la trama, cosa que no esperaba para nada. Mis expectativas eran muy bajas y pensaba que no me iba a gustar tanto como lo ha hecho. Me alegro de haberlo leído y me parece una novela perfecta para iniciarse en el género.

“A medida que el gótico sufre transformaciones [...] va evolucionando como una forma literaria capaz de un cuestionamiento más profundo de las contradicciones sociales”, dice Rosemary Jackson en Fantasy: literatura y subversión, sobre la obra de Matthew G. Lewis (entre otras/os autoras/es). No podía opinar sobre El monje (1796) sin mencionar algo de teoría, ya que la novela es parte de la literatura gótica ¿Qué es esto? Bueno, es una corriente literaria de fines de siglo XVIII y tiene características propias: protagonistas malvados e irracionales, ambiente tétrico, hechos fantásticos, etc.

Esta novela nos lleva a la época de la Inquisición española. Resulta que en una abadía hay un monje joven y muy respetado llamado Ambrosio. Es el epítome de la virtud. Sin embargo, “cae en la tentación”, peca y luego se obsesiona con una menor de edad llamada Antonia a quien quiere violar. Sí, lo que leyeron.

Pequeña advertencia para lectores: el libro incluye escenas de abuso, violación, violencia física (golpes, torturas) y otras cosas macabras. Las primeras dos no son muy gráficas (mi salud mental lo agradeció). La última parte del libro es incómoda de leer, porque pasan muchas cosas juntas y la violencia va in crescendo. Dicho esto, prosigo.

Lewis consiguió escribir a los 20 años este pedazo de novela gótica horrorosa que critica la doble cara de la Iglesia católica, que en el libro hace cosas espantosas para aleccionar a sus seguidores. Nada que no hayan hecho en la realidad. Realmente logró incomodarme y, a pesar de que he leído terror, no encontré esas imágenes perturbadoras en otros libros del género. Tiene apariciones fantasmales, hechicería (Matilde es un personaje muy, muy interesante), rituales satánicos, asesinatos… En cierto momento esta acumulación se vuelve inquietante y cansadora, sobre todo en la última parte, pero no logré soltar el libro.

La lectura se hace muy sencilla porque no presenta complicaciones o, por lo menos, son las típicas complicaciones que presentan los clásicos. Para quien tiene la costumbre de leerlos, será fácil atravesar esta historia. Lewis echa mano a todos los recursos y estructuras: hay relatos enmarcados, canciones, narrador protagonista y narrador omnisciente. No se prestan a confusión, pero debo confesar que uno de los relatos se me hizo interminable. Sentí que estancaba la novela y que desviaba la atención del conflicto principal.

Hablando de los puntos delicados, no noté una romantización de la violación, como sí he visto en novelas más recientes. En todo momento se lo señala a Ambrosio como un criminal y a Antonia como la víctima. No hay vueltas: lo que él hace es una abominación y no tiene perdón. Pero (acá viene el “pero”) en una relación entre personajes secundarios hay una situación que claramente es un abuso y no se produce la misma condena. Esto me hizo pensar en lo mucho que se controlaba la sexualidad de la mujer (tanto su deseo como su rechazo). Siempre hay un castigo por una cosa y la otra.

Podría seguir, pero esto ya dejó de ser una reseña y se hizo muy largo. En resumen, es un libro que le hace justicia a la literatura gótica y que no es para todo el mundo.

5🌟 Maravillosa novela, no esperaba disfrutar tanto como lo he hecho leyéndola. En El monje conocemos a un elenco de personajes que por unos u otros motivos se enlazan sus vidas, pero principalmente nos acercamos al monje Ambrosio: un fraile de gran vanidad, que se enorgullece de su intachable virtud y moral. Estricto, inflexible y severo con aquellos que comenten faltas, transmitiendo cierto pavor a algunos pero a la vez con un aura especial, atrayente, hipnótica que a todos atrae. Su conducta perfecta es aplaudida por todo Madrid, incluso lo consideran un santo. Este monje ha vivido durante 30 años aislado, en confinamiento, manteniendo a rajatabla sus deberes, su sentido moral y religioso, pero ahora le toca enfrentarse a la vida exterior, ¿cómo de fácil le será continuar con su inmaculada conducta y mantener a raya al mal?

Una novela atrapante, que en todo momento me ha mantenido expectante y con ganas de leer. de estilo gótico, con escenas verdaderamente inquietantes y espeluznantes, y con una atmósfera totalmente conseguida que lleva al lector a estar presente como si allí estuviese; me ha puesto los pelos de punta en más de una ocasión. Pero a la vez, se conjuga con un humor, que he disfrutado bastante. He reído en multitud de ocasiones, no sé si realmente en todas el autor buscaba esa chispa humorística o que se deba más a no esperarme ciertos eventos. A veces reía simplemente porque no me podía creer que estuviese pasando lo que pasaba, me pillaba tan desprevenida ciertas situaciones que solo podía reírme de lo que estaba ocurriendo (muy tremendos algunos pasajes).

Novela de buenos personajes también, especialmente Ambrosio, que me ha parecido espectacular. Odioso, pero personaje con una evolución perfecta en mi opinión y muy bien construido. A lo largo de la trama encontramos giros muy interesantes, me he llevado más de una sorpresa y como digo, situaciones totalmente inesperadas por ser una novela escrita en la época en la que fue creada (entiendo que provocara tanto revuelo y rechazo cuando se publicó). También decir que se conjuga estupendamente lo real con lo fantástico, en ningún momento me ha chirriado nada.

Se hace una crítica al fanatismo religioso, al error de considerar a los religiosos como incorruptibles por el mero hecho de estar relacionados con ese mundo. Nos acerca a la vida en los monasterios y conventos, a las prácticas abusivas e inhumanas que llevaban a cabo. Lugares donde conviven la represión, la hipocresía, el cinismo, la vanidad, el abuso de poder, la conveniencia... Aunque también pueda haber bondad y verdadera vocación en su interior. También nos expone el costumbrismo madrileño de la época: las convicciones sociales, la vida de las grandes familias nobles así como otras no tan bien situadas con sus miserias; se deja ver muy bien el fervor religioso y puritano, las supersticiones, etc.

Se tratan diversos temas en la novela, aunque está muy centrada en el poder de la tentación y el mal contra la moral y la virtud; y por ello para mí, El monje, es la historia de Ambrosio y es digna de conocerse. Añado que el final me pareció grandioso.

¿Saben esa sensación que uno tiene cuando está leyendo una novela a la que le quedan apenas unas cincuenta páginas y que hace que empieces a leerla más lento porque no quieres que se termine? Todos la hemos tenido más de una vez y eso suele ir acompañado de un regusto dulce en el paladar que te invita a hacer críticas grandilocuentes y entusiastas acerca de lo que acabas de terminar. Gritas a todo el mundo que tienen que leer este libro. Sonríes cuando alguien a quien ni siquiera conoces sabe de la existencia de esta historia y vas buscando como un loco nuevas reseñas y adaptaciones al celuloide de la historia porque quieres seguir adentrándote en un mundo nuevo que desconocías poco tiempo atrás.
Este es uno de esos libros. Uno de esos que perdurará para siempre en tu cabeza y que lo subirás a los más elevados peldaños de tus lecturas favoritas.
¿Pero realmente es tan bueno como dicen? Si esa es una de esas novelas pomposas que se enredan en tramas rebuscadas y que apenas dará nada de miedo. Mmmmm, déjenme explicar unas cositas.
Hace más de doscientos años el ser humano tenía otra visión de lo sobrenatural y manejaba unos acordes del terror que no se pueden equiparar a los que estamos acostumbrados en estos tiempos. Hoy en día leemos acerca de posesiones demoniacas, asesinos enmascarados, cadáveres que regresan con ansias de sangre y tripas, licántropos, vampiros y espectros vengativos y toda una suerte de criaturas que nos deleitan con sus temidas presencias.
Pues imaginen por un momento que pudieras recopilar todos los temores actuales y adaptarlos para los lectores de una época pasada donde el miedo a la muerte, a la presencia de espíritus, a los infiernos y a la pérdida de la virtud se unieran en una sola novela. Y que todas y cada unos de los engranajes que sustentan una situación aterradora se alinean para mostrarte una historia compacta que no se te va a quitar de la cabeza con facilidad.
Entonces, ¿tienes que leerlo si o si? Pues depende de ti como lector. Si esperas una novela de digestión rápida, que no te haga pensar y que esté llena de situaciones aterradoras en cada capítulo que leas mejor no te fíes demasiado de mi entusiasmo. Pero si están dispuestos a dar ese paso adelante y quieren conocer la historia de este monje Ambrosio, ejemplo andante de virtud y coraje y ver cómo sus más absolutas convicciones se van al carajo sin que apenas se pueda dar cuenta es la novela que están tardando en leer.
Y no solo eso, que ya sería más que suficiente. A lo largo de la novela iremos conociendo otras historias igual o más terroríficas que la de el monje. Habrán extraños exorcistas, monjas impuras, castigos inhumanos, confusiones fantasmales, serpientes, cadáveres putrefactos, torturas medievales, engaños, sexo no consentido, humor negro, leyendas medievales, fantasmas, espíritus, magia negra y brujería, querubines, maldiciones, pueblos enfurecidos, criptas y hasta un final que te helará toda tu memoria desde el momento en que dejes de leer esta novela.
Esta novela es para mi ya lo mejor que he podido leer este año y, probablemente, me acompañará durante mucho tiempo en mis recuerdos.

A todos aquellos que me pregunten si merece o no la pena leer esta obra clásica cumbre del gótico, de más de dos siglos de antigüedad, y uno de los exponentes máximos del género del terror les tendré que decir que están tardando en hacerlo.

TRIGGER WARNING - VIOLACIÓN / ESCENAS DE VIOLENCIA EXPLÍCITAS

Escrita con un marcado tono anticlerical, fue una novela de alta popularidad y recepción en el Romanticismo. Lewis buscaba criticar a la Inquisición Española y la hipocresía de la Iglesia. La acción principal transcurre en un convento; un espacio caracterizado por sus penumbras, sus secretos, el constante silencio y las normas repletas de moralidad.
En todo el libro encontramos la misma premisa: la perversión de la humanidad y la necesidad de satisfacer los deseos particulares más allá de todo.

En esencia, son dos historias de amor que encuentran piedras en el camino. ¡Y qué piedras!
Ambrosio, un hombre de aparente moral elevada, termina corrompido por sus propios deseos. Si bien busca luchar contra las tentaciones externas, es inevitable que caiga preso de la lujuria y la violencia de sus propias emociones. Un rasgo a destacar es, justamente, que el villano sea el monje, y que sea en él donde encontremos el compendio de todas las miserias humanas.

“La posesión, que produce hartazgo en el hombre, en la mujer no hace más que aumentar su afecto.”

Un punto especial de análisis es el rol de la mujer como una pecadora innata, un ser que nació para personificar al pecado y hacer que todo el mundo caiga en él a través de sus armas de seducción y persuasión.
Matilde es esa figura pecaminosa que atrae a Ambrosio; si bien él comprende que ha fallado en su camino hacia la pureza y la salvación, remarca constantemente que ha sido culpa de la influencia de Matilde. Ella es extremadamente influyente en la dualidad moral de Ambrosio, pero no por ello sus cuestionamientos están equivocados, aunque sí podemos hablar de la legalidad de sus acciones. Aún así, es un personaje muy necesario en el desarrollo de la trama, y muy cargado de símbolos propios de la narrativa gótica.

Si bien el libro es fluido y la narración es rápida, la presencia del relato enmarcado (la historia dentro de la historia) me resultó algo innecesario; si bien las tramas se entrecruzan y convergen en el desenlace, no las veo de vital importancia para la base de la novela y la crítica que busca recalcar. Más allá de eso, la novela está tan cargada de misterios y tensión que uno básicamente no puede despegar los ojos de ella. Es atrapante, cautivadora.

Si están buscando una novela con rasgos típicos de narrativa gótica, “El Monje” lo tiene absolutamente todo: atmósfera de misterio, emociones desbocadas, erotismo, pactos demoníacos, ambientación oscura, monástica, etc.