Superman: Dawnbreaker

Debo confesar que la razón de que me animara a leer este libro se basa en que quería conocer la historia que da origen a Superman, así que cuando vi este ultimo libro de Dc Icons, no pude evitar correr a leerlo, pues estaba esperando una historia espectacular, en donde se profundizara sobre la vida de Clark en Smallville, pero lo que obtuve fue una historia sin vida y totalmente plana.

Sinceramente, no he disfrutado del libro, me he sentido como leyendo una revista o comiendo pipas. No se si es que el personaje de Superman esta en todos los ámbitos superexplotado o que... Pero la trama no es que sea aburrida, pero la forma en la que esta narrada, en como se nos presenta todo, y que el adolescente Clark Kent tiene la personalidad tan sosa, hace que este libro no sea bueno.

Lo único que ha conseguido que llamarme la atención y me ha gustado es que el autor mezcla la historia que todos conocen de Superman con la inmigración y el racismo y es súper importante que lo haya incluido ya que es un tema muy de la actualidad.

Esta saga cierra sus puertas, pero con una gran decepción en esta ultima entrega.
No merece la pena leerlo.

Estaba entusiasmada en que saliese el último libro de la saga DC Icons, pero por desgracia mis expectativas eran demasiado elevadas para lo que me he encontrado.

Tenemos a un joven Clark Kent, que vive con sus padres en una granja, sería un adolescente normal, sino fuese porque hace poco dejó lo que más le gustaba, el fútbol americano, porque era demasiado bueno, y es que es muy rápido, muy fuerte, sabe que no es algo normal, que hay algo raro en el, pero no sabe que puede ser.
Eso le preocupa, pero intenta que no se lo note, ya que pasan cosas raras en Smallville, un hombre con un traje marrón, se enzarza en una lucha, luego coge un coche y se estrella contra la propiedad de Mankis.
Luego Clark vio un helicóptero que pasó dando vueltas por su granja de forma sospechosa, de pronto se cayó y fue corriendo para así poder salvar a Brian y Corey Mankis, y el doctor Wesley. Si bien es un héroe, Clark no quiere saber nada del tema, por lo que pronto verá que es imposible, sobretodo cuando su mejor amiga Lana Lang, es la periodista del colegio, que esta en busca de nuevas noticias... y él es una.
Después de que salvase a los hermanos Mankis, se verá envuelto en una investigación, pasan cosas muy raras en Mankis Corporation, están comprando grajas, las cuales todas ellas están junto a un cráter (un meteorito cayó hace años) y pasa algo raro en ellas... y quizá tiene algo que ver con Clark...

La trama no es que sea aburrida, pero la forma en la que esta narrada, en como se nos presenta todo, y que el adolescente Clark Kent tiene la personalidad tan sosa, hace que este libro no sea tan bueno como los demás (bajo mi punto de vista).
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¡Me ha encantado! He buscado tiempo debajo de las piedras porque me gustaba esta versión de Superman. Es una historia que te hace más cercano al famoso superhéroe y es por ello por lo que estaba deseando encontrar un hueco para poder continuarlo.

Lo que sí que me chocaban eran los nombres de los personajes, ya que tenía una idea de ellos antes de conocerlos en la novela y tenía que recordarme a mí misma que no eran igual que en las películas o en las series. Aunque he de reconocer que a Lex siempre le he tenido en dudas.

Clark Kent es un personaje muy cercano, con sus inquietudes y con unos poderes que no es capaz de comprender, aunque sí que me ha llamado la atención lo mucho que ha tardado en preguntar a sus padres por su procedencia.

Lana es un personaje que me habría gustado conocer más a fondo, aunque sus agallas es lo que más me ha gustado de ella, se desconocen algunos puntos de su personalidad y no sabes muy bien por dónde va a salir a continuación, pero la fé ciega que tiene Clark en ella te hace confiar en ella desde el principio.

De los hermanos Mankins no puedo decir mucho, ya que aunque dan mucho juego en la historia, para mí siguen siendo un misterio.
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