Un lugar desconocido

Dicen de Seicho Matsumoto que es el rey de la novela negra japonesa clásica. El año pasado leí “El expreso de Tokio” y me gustó bastante. Así que este año, decidí repetir. Pero, esta vez me ha chirriado más la historia. Y se me ha hecho, en demasiadas ocasiones, redundante.

Veamos. En “Un lugar desconocido” (publicado en 1975) conocemos a Asai, alto funcionario del Ministerio de Agricultura. Durante un viaje de negocios, recibe una llamada. Su mujer Eiko ha fallecido. Lo extraño es el lugar, en una tienda de alta cosmética en una zona residencial de Tokio a la que no solía ir nunca. Otra cosa no, pero con este libro se aprende de pueblos, ciudades, regiones, calles… pero no me desvío. Su mujer muere y al visitar la zona, Asai descubre que hay muchos hoteles por hora. Ya entendéis para qué se usan. Esto es más bien la mitad del libro y erre que erre, explica y reexplica lo mismo: se emperra en investigar una muerte que no cree que sea tan natural como parecía. Y va narrando una especie de resumen de las investigaciones, pero que creo que no hacía falta.

Bien, acaba descubriendo que su dulce y tímida mujer (enferma del corazón) tenía una doble vida. ¿Qué hará entonces? Es en este punto, ya hacia el final, es cuando la historia se anima y adquiere un ritmo más alegre. Se va tejiendo un inquietante rompecabezas. Y sufres por el protagonista. Hasta la última página. Así que me queda una sensación extraña con este libro, un ni contigo ni sin ti.