La autora cuenta la vida de Masechaba a través de su diario, una niña sudafricana que estudia para ser médico y reflexiona sobre lo que ocurre a su alrededor. Habla de los ecos del apartheid, de racismo, de xenofobia, de la diferencia de clases, de los mitos asociados a la menstruación, de la cultura de la violación, del duelo, de enfermedades mentales, de religión y superstición ¡¡en solo 128 páginas!! La narración que se divide en cuatro partes. Es dura y directa. A lo largo de la lectura sentí impotencia, rabia, compasión... y en la última parte la autora pone el broche final haciéndome sentir una gran admiración por la gran resiliencia de su protagonista. |