Ladrones de tinta

"Ladrones de tinta" de Alfonso Mateo-Sagasta
Diez años después de la publicación de El Quijote, un tal Alonso Fernández de Avellaneda se atreve a sacar una segunda parte. Robles, editor de la obra está furioso porque le pisen su negocio. Por eso, encarga a Isidoro Montemayor, uno de sus empleados, que encuentre al tal Avellaneda para ajustarle las cuentas. Montemayor se mueve como pez en el agua tanto en los barrios más pobres como en los círculos literarios más selectos. Pronto descubre que Avellaneda no existe, sino que es un seudónimo tras el que se oculta alguien que afirma haber sido ofendido por Cervantes, a quien trata de cornudo y homosexual. A Montemayor no le queda entonces más remedio que sumergirse en el Quijote y en la vida de don Miguel para comprobar qué hay de verdad en ello y quién puede querer tan mal al maestro como para acusarlo de algo que puede llevarlo a la hoguera.
*Qué maravilla de historia. Ha sido empezar a leer y no poder dejar de leer. Me encanta esa época y el autor sumerge al lector en el Madrid del Siglo de Oro, el Madrid de los Austrias. de la mano de Montemayor y en primera persona, describe con maestría y con todo lujo de detalles el ambiente de la época. La narración es muy ágil y tiene cierto toque de humor. Un período único en la historia española. Lo mejor que he leído de esa época tras la serie del capitán Alatriste y la trilogía Martín Ojo de Plata. Me ha encantado el protagonista y todo lo que va sucediendo. La trama que gira en torno al Quijote me ha gustado muchísimo y todo lo que cuenta sobre otros escritores de la época. Me ha encantado y me ha sorprendido cómo va llegando al final. Me encanta que nombre o que aparezcan personajes reales como Lope de Vega, Tirso de Molina, Francisco de Quevedo, Luis de Góngora o el mismo Cervantes.