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Este libro, que cuenta con 398 páginas (agradecimientos incluidos) en papel, está repartida en 34 extensos capítulos narrados en primera persona, desde el punto de vista de Mackenzie. Las primeras páginas son muy descriptivas, con escasos diálogos para ir introduciendo todo lo sucedido en la vida de nuestra protagonista hasta el momento. Por este motivo se puede hacer un poco lento al principio. Estelle nos introduce de lleno en la historia desde el primer capítulo, donde Kenz (Mackenzie) está con Will y Holden en un restaurante de comida rápida cuando ve aparecer a Dani. Ya ha pasado un años desde que los padres de Dani y Jaden sufrieron un accidente y en él perdieron la vida. Los tres eran inseparables, Dani era su mejor amiga, y Jaden su gran amor, pero aquel acontecimiento no sólo dejó a los gemelos sin padres, sino que también los dejó sin amiga y confidente. Kenz huyó porque aquello le recordó algo de su pasado, una incógnita que se irá descubriendo con el paso de las páginas. Mientras tanto, parece encontar en todas las esquinas a cualquiera de los dos hermanos, y no puede hacer otra cosa que agachar la cabeza y olvidarse de que existen, cosa que lleva un año haciendo. La historia continúa su trayecto cuando el caprichoso destino pone a Mackenzie en una situación comprometido con Jaden. Este chico es un personaje que cautiva, es adorable. A pesar de su pérdida, irradia positividad. Es un claro ejemplo de superación. Su romance pasará por distintas fases donde pasará de todo, donde sus amigos, y la hermana de Jaden, Dani, intervendrán de forma importante. Así, nuestra protagonista se dará cuenta de que, mientras ha estado encerrada en sí misma, su alrededor y amigos también han pasado por momentos malos. En cuanto a la historia de forma general, se trata de una novela juvenil donde los personajes se equivocan y corrigen sus errores antes de que sea demasiado tarde. Todos ellos evolucionan con el paso de los capítulos. Transmite muy buenos mensajes que todos deberíamos tener en cuenta como vivir, disfrutar de la vida, amar sin medida... Si hay algo negativo que alegar sobre este libro, es la forma en la que se trata la muerte y cómo se ha ''apestado'' a Jaden y Dani. Es perfectamente lógico que, tras una trágica pérdida, todo el mundo quede impractado, y que los primeros días haya cierta tensión y susurros. Lo que no comprendo es que, un año después, sigan siendo señalados y prácticamente nadie quiera acercarse a ellos. |
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