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Me esperaba una novela romántica y ñoña en la que esplayar mis pensamientos adolescentes, pero me ha parecido que la autora en vez de haberse centrado en la historia de amor de los personajes principales, la cual considero que es preciosa, se centra en los problemas o dramas familiares de ambas partes, por lo tanto lo que pensaba que iba a ser una historia idílica de amor, ha pasado a ser una historia tediosa y triste, haciéndose en algunas partes muy triste, ya que se juntan varias secuencias de drama, que hacen que te entren ganas de llorar en todo momento. Creo que este libro es mejor leerlo alternado con alguno de humor o desenfadado, para ir alternando las lágrimas con risas. Hubiera estado muy bien que se mezclaran más las partes de drama y romance, pero dándole más importancia al amor. Los personajes están bien formados y te haces una idea de cómo son, tanto física como psicológicamente. Aunque he llegado a tener un amor-odio con MacKenzie, la protagonista principal, ya que me resulta una persona caprichosa y un poco egoísta, que no tiene en cuenta los sentimientos de la gente que la rodea, he de decir que el amor que le confiere a sus padres es fuerte y quiere lo mejor para ellos, aunque no sabe muy bien como conseguirlo. Aunque mi personaje favorito en esta historia es sin lugar a dudas Will, amigo inseparable de MacKenzie que se preocupa por ella y está para lo bueno y para lo malo, entiende las decisiones que toma esta sin pedirle explicaciones y va evolucionando a lo largo de la novela, y me encanta tanto su forma de ser como la forma que me he creado de él. Esta novela le gustará a todas aquellas personas que les gusten las historias tristes, y el poder que tiene el amor para superar los problemas. |
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