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Me ha gustado mucho. Los personajes están muy bien construidos, por lo que podemos empatizar fácilmente con ellos (en mi caso, sobre todo con Nancy). El hecho de que en la novela aparezcan niños ha hecho que en mí se despierte un rasgo sensible y protector. Esa necesidad de saber cómo se va a resolver el caso y si los niños estarán a salvo o, por el contrario, se repetirá la triste historia. Además, está perfectamente ambientada, lo cual permite que nos imaginemos los escenarios y el desarrollo de los acontecimientos como si los estuviésemos viendo. En cierto momento el ritmo se vuelve trepidante y no puedes dejar de leer, o al menos yo no he logrado hacerlo. El final resulta sorprendente, pues muchas circunstancias no son las que parecen ser en un principio. |
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