Hierba de brujas: 39

Cuenta la caza de brujas y demás persecuciones que sufrieron los habitantes de los valles navarros durante el siglo XVI para que abandonaran sus costumbres ancestrales y por otro para apaciguar la zona tras su unión a Castilla.
En la novela se narra las situaciones por las que pasa Loride, una séptima hija que según la creencia popular estaba maldita y destinada a ser una bruja, junto a su padre Balendin. Y por otro lado está Bernabé, un niño criado en un monasterio y que llegará a ser el azote de las tradiciones antiguas y de las brujas/os en los valles pirenaicos de Navarra. Entre ellos se creará un vínculo donde las acciones de uno tendrán consecuencias sobre el otro.
Loride termina siendo apresada, pero es liberada por su padre y al convertirse en una prófuga, también será la pesadilla de Bernabé que no descansará hasta volver a atraparla. En otro de sus encuentros, Bernabé es herido por Balendin y casi muere, pero se recupera y sigue con su obsesión.
Loride por su parte durante su huida conoce a Milia, una anciana que vive en el bosque de Irati, la cual la instruirá en los secretos de la curación con hierbas, por lo que al final los habitantes de su zona creerán que es una bruja.
La novela narra de forma amena las persecuciones a las que se vieron sometidos los pobladores de los valles pirenaicos navarros tras la conquista o unión del reino navarro con el castellano bajo los reinados de Fernando, el Católico y Carlos I de España (Emperador Carlos V). Estas persecuciones tenían como objetivo apresar a los enemigos políticos bajo acusaciones de brujería de forma falsaria.