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Es imposible no notar la diferencia entre esta segunda entrega y la primera de esta trilogía, no solo es que la historia ha dado un giro para bien, si no que es más completa y mucho más madura e incluso siniestra. Si había hecho una comparación de esta historia con Crépusculo, en esta ocasión puedo decir que María Martínez ha dado un impulso hasta el punto de que a quienes hayamos hecho esa comparación nos ha cerrado la boca, no solo no se parece en absoluto, si no que es mucho mejor en estilo, en historia y en narrativa. Se nota el crecimiento de la historia, los giros dados a la misma y por supuesto se ha hecho una mucho más oscura en términos de la fantasía que contiene, me ha gustado mucho más que la primera entrega y me gusta el rumbo que ha tomado. Por supuesto me encantan todos los personajes secundarios, todos son perfectos y creo que lo único que se queda en el aire es aquellos personajes que deberían tener una importancia en la historia y no aparecen, es decir, el rey de los vampiros y el rey de los licántropos, simplemente los han desaparecido del mapa. Por lo demás, hasta el momento vamos bien y voy por el tercero |
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