Distancia relativa

Hay autoras que son un acierto seguro y Elva Martínez Medina es una de ellas porque jamás defrauda, con lo que el relato que ha escrito, y que ambienta en la cuarentena, Distancia relativa, es una de las mejores historias cortas que he leído desde que la pandemia nos pilló de lleno.
Los protagonistas son dos vecinos que no se conocen hasta que, a consecuencia del estado de alarma, deben quedarse confinados en sus respectivos pisos. Todo entre Abril y Bruno se desarrolla con el ritmo y la gracia características de Martínez Medina, aunque en este caso se les une un personaje que tiene casi tanto peso en la historia como ellos mismos: la valla que separa sus terrazas.
Abril y Bruno comienzan poco a poco a conocerse, a relacionarse entre sí y a hacerse amigos, secundados por un simpar Fer, que tiene unas salidas desternillantes, o por Alex.
La ternura, la delicadeza a la hora de narrar la historia y su facilidad de lectura hará que esta pareja de vecinos se cuelen en el corazoncito de los lectores gracias el buen hacer de su creadora.

Un relato que trascurre en el confinamiento por el Covid 19. Dos vecinos que no se conocen, y lo hacen el mismo día que se decreta el estado de alarma. Es un relato ameno y rápido de leer, con punto de humor.

Un relato muy origina, actual y muy fluido, casi puedo ver las escenas como vividas por mi misma. La realidad y la relatividad.
En medio de una pandemia, pero aislada del enfoque apocaliptico, nace una linda amistad que como un tierno retoño se convierte en una flor (amor).
Me gustaron mucho los personajes.
Todo al estilo #quedateencasa, #covid19.

Un relato que transcurre en estos tiempos de confinamiento. Es ameno y se lee muy rápido. Ideal para leer entre lecturas.

Esta autora me parece una gran elección de lectura porque escribe bastante bien y te adentra en la historia como si estuvieras viéndola.
Me ha gustado el relato de confinamiento de Abril.