La ciudad enfurecida

No soy muy dada a leer novelas históricas, pero me decidí a leer "La ciudad enfurecida" porque me pareció curiosa la historia de amor que se entre deja ver en la sinopsis, en mitad de la guerra. Además, conocer un poco más sobre la historia de la ciudad de Pamplona, de la que no tenía apenas idea, también me atraía. Que el autor, Sergio Martínez, sea paisano mío, hizo que me decidiera a adentrarme entre sus páginas, y la verdad, me alegro de haberlo hecho.

La lectura de "La ciudad enfurecida" me ha parecido de lo más amena. Las partes más históricas se van alternando con detalles más personales o las historias de los protagonistas, de tal manera que he estado enganchada continuamente por saber que pasaba en todos los frentes abiertos que se van desarrollando.

Me ha gustado mucho en enfoque que el autor ha ido dando a toda la historia, para que no resulte tediosa ni demasiado técnica en lo referente a la historia, pero para que a la vez, el lector se pueda empapar de lo ocurrido, de un hecho histórico que quizás, como en mi caso, desconociera.

"La ciudad enfurecida" está narrada a varias voces. Antes de comenzar su lectura encontramos un mapa de la ciudad de Pamplona, la disposición de los tres burgos y ciertas ubicaciones importantes que encontramos a lo largo de la historia, como el "Chapitel", el "Puente de la Magdalena" o la "Catedral". Me ha gustado el detalle de incluirlo, ya que para podernos ubicar en ciertos momentos de la historia y entender mejor a lo que los personajes se refieren, es una ayuda, que he consultado en numerosas ocasiones. Quizá me ha faltado el añadido de ubicaciones también importantes, como las casas de los protagonistas, aunque por simple curiosidad, ya que por las descripciones nos podemos hacer una idea de dónde se encuentran.

También incluye una leyenda con una pequeña ilustración que corresponde a cada personaje que va a narrar la historia. Ya que para saber quién es el que lo narra, al inicio del capítulo o durante el mismo, si cambia el narrador, nos lo refleja con ello. de esta manera, por ejemplo, para el poeta soldado Guilhem Anelier tenemos una ilustración de una pluma con su tintero, o para Iñigo, el carpintero, un hacha. Son un total de siete personajes los encargados de narrar la historia, desde diferentes puntos de vista.

Sergio Martínez nos irá descubriendo poco a poco lo ocurrido en Pamplona, en 1274, tras la muerte de Enrique I de Navarra. El poder de los nobles, de los ricohombres encargados de cada burgo, la influencia que tenían sobre el pueblo, o el poder de la iglesia. Descubriremos cómo cada uno miraba por sus intereses, más que por los del pueblo, Pamplona o Navarra, cómo engañaban, traicionaban y cómo el odio de apoderó de ambas partes, la de los navarros y la de los franceses, para iniciar la guerra.

Pero, en mitad de esa contienda, el amor lucha por sobrevivir, por no perecer como los miles de habitantes de los burgos. Iñigo y Anaïs, en contra de lo que todos decían, no se rinden y buscan la manera de estar juntos. Un resquicio de luz en medio de la oscuridad.

Quizá las partes narradas por Iñigo y Anaïs son las que más deseaba leer, ya que no veía cómo iban a poder romper esos muros, reales y ficticios que les separaban. Un amor que surge de una mirada y que consigue que no se pierda la esperanza. Pero, es justo decir, que el resto de la historia y de los narradores, me han enganchado casi con la misma fuerza. Algunas partes dejan entrever la maldad del ser humano, de lo que es capaz y cómo la ira ciega a las personas, se apodera de ellas y no ven más allá de la sangre y del poder.

"La ciudad enfurecida" es una novela llena de aventuras, guerra, amor y acción, que me ha tenido en vilo de principio a fin.


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