Desafiando las normas

Aquí vengo con la tercera y última parte de la serie Cruzando los límites de María Martínez, en la que se nota muchísimo la pluma y la evolución de la autora. Tanto en la trama, como en las descripciones, como en la evolución de los personajes.
Spencer, a la que ya conocemos desde el primer libro de la serie. Exnovia de Caleb en la adolescencia y con un pasado marcado por el abandono de su madre. Un personaje que ha luchado por salir adelante, aunque la vida que en un principio escoge para ello, no es la más conveniente. La que recapacita y consigue una estabilidad llena de barreras, que serán difícil de traspasar. Aunque no por eso imposibles.
Eric, hermano de Tyler, un personaje importante en la segunda parte de la serie. del que necesitábamos escuchar su voz. Y vaya si la tiene… Es divertido y me ha encantado su comportamiento a lo largo de la historia.
Las dificultades para que seres como ellos puedan unirse serán salvadas por la tremenda amistad que los une. Como personajes similares, con objetivos distantes, pero al final comunes.
El destino les ha unido, él no encuentra su sitio, ella no quiere marcharse de donde pertenece a pesar de los recuerdos.
Una historia preciosa, donde podremos disfrutar de los anteriores protagonistas de la serie. Tengo que decir que la actitud de Cassie en esta entrega no me ha gustado, no he entendido porque ese cambio de carácter drástico tan diferente a la percepción que había creado de ella en los dos libros anteriores. Pero es solo un matiz y una percepción mía, ya que el personaje de ella siempre me ha encantado.
Una bonita casa que reconstruir, un bonito futuro en el que vivir.

Nota* Ryan Gosling, une.

Gracias por la tinta María*




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Mi favorito de la trilogía, sin duda. Quizás porque aquí nos encontramos con personajes más maduros, más hechos y porque la protagonista es de mis personajes favoritos femeninos desde el primer libro. Lo he disfrutado muchísimo. La evolución de los dos personajes protagonistas durante toda la novela es una maravilla, ambos son un amor de personas, nobles, tiernos y deseosos de dar y recibir amor. La pluma de María Martínez hace que todo pase de bonito a maravilloso, esto también, porque pocas autoras me transmiten tanto sentimiento como ella, hace magia. Amor, amistad y esperanza, mucha esperanza entre sus páginas. Una delicia.

A inicios de este año me leí *Rompiendo las reglas*, segundo libro de esta trilogía y me quedé con ganas de saber qué diablos iba a pasar con cierto personaje que termina de una manera bastante rota por culpa de los protagonistas del libro, así que sabía que iba a terminar cayendo por este libro más tarde que temprano ya que precisamente ese personaje, Eric, es el protagonista de este tercer libro.

En el libro pasado lo conocemos como el chico que está enamorado de la mujer embarazada de su hermano y de verdad quería saber cómo iba arreglar las cosas la autora para todos. Lo que no me esperaba para nada (porque odio leer sinopsis de libros si son parte de una saga o trilogía) es que Spencer fuera también protagonista. A ella la conocimos en el primer libro Cruzando los límites y donde yo me quedé era una zorra total que hasta me cayó mal en todo momento, así que mi curiosidad hizo que prácticamente devorada este libro en un día y al final quedé satisfecha.
Os aparte, os mantuve al margen y decidí que estar solo y no pedir ayuda era lo mejor. Mis problemas eran cosa mía. Pero me equivocaba. La vida mejora cuando alguien te toma de la mano.
Pero vamos con calmita. Como les decía el libro está protagonizado por dos personajes que ya conocíamos y eso es quizá el mejor aspecto del libro ya que conocemos a los personajes y ahora al tenerlos de narradores podemos cambiar nuestra forma de verlos. Por ejemplo, en el libro pasado creía que Eric estaba mal de la cabeza al quedarse al lado de su hermano y verlo con la mujer a la que amaba, además hasta este libro lo tenía como a una persona seria y un tanto fría y ahora sé que de los tres protagonistas masculinos de la autora resultó ser el más juguetón y tierno y sip, al final quedé un poquito prendada de él pero es que es imposible resistirse al tremendo carisma que posee.
Spencer por su parte ha sido toda una revelación. Cuando yo la conocí era la exnovia de Caleb (protagonista del primer libro) y obvio era su trabajo ser una HDP con la protagonista, así que no tenía buena opinión de ella, hasta ahora que he conocido lo que ha tenido que pasar y si en el anterior libro les dije que Cassie era mi protagonista favorita de la trilogía, ahora no puedo dejar de admirar a Spencer y a su enorme corazón.

Así que como ya se podrán imaginar, la historia de amor entre Spencer y Eric me ha encantado y eso que fue una de esas historias de amor fugaz donde se ven y hacen clic. Así que no puedo más que admirar la capacidad de la autora para tomar un cliché como el amor a primera vista que tanto odio y manejarlo de una manera tan divertida que prácticamente me he rendido a él al instante.

Otro punto a favor de la novela es que no hay tanto drama innecesario. Si ya llevan un tiempo por acá sabrán que el New adult me desespera a veces por sus dramas tipo la rosa de Guadalupe y en los dos libros anteriores de la trilogía la autora nos ha entregado dos MEGA DRAMONES que Televisa babearía por poder adaptarlos en la Rosa de la Lupis, pero en este libro no fue el caso. Hay una situación por ahí ya casi llegando al final del libro pero en realidad me ha parecido un giro interesante que además hizo mucho más emotiva la historia entre Spencer y Eric.

No era una de esas chicas en las que uno se fija en su cara al primer vistazo. Sino de las que se descubren poco a poco hasta que, de repente, te das cuenta de que estas delante de una obra de arte única y perfecta.
Así que definitiva, Desafiando las normas ha sido una novela que supera con creces a sus antecesoras. Una novela new adult con una historia un tanto cliché pero que enamora con su pareja principal. Un perfecto cierre para una trilogía que cumple con su función de entretener al lector.
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Como ya lo había mencionado en la reseña de Rompiendo las reglas, el primer libro me dejó con mucho que desear y no me llenó por completo, el segundo se llevó mi corazón completamente y este pues estuvo bien.

Tenemos a nuestros protagonistas, Spencer y Eric, para mi han sido buenos personajes, con un pasado entendible y claro, trágico para hacer la historia un poco más dramática. No está del todo mal ya que todo está bien fundamentado, mi problema aquí es que al ser un tercer libro de una serie hay cosas que son prácticamente igual que en los otros dos y llega a un punto en el que es súper repetitivo y si me cansaba de eso. Aún así hubieron situaciones que me sorprendió la manera en la que se arreglaron los problemas ya que no fue como en las novelas cliché.

El epílogo es bonito pero no me dejó con el corazón en la mano y llorando como yo pensé que iba a ser. La serie en sí es bonita, ligera y muy enganchable, pero no creo que sea una obra maestra.

Descubrí a María Martínez con el primer libro de esta trilogía, Cruzando los límites, y desde entonces me leo absolutamente todo lo que publica ya que me encanta, tanto su forma de escribir como todas sus historias.
Por lo que esta tercera parte era muy esperada para mi, no solo por ser un nuevo libro de la autora sino porque es el final de la trilogía y me moría por saber más de los anteriores personajes y ver como ponía fin a sus historias. Porque, aunque los libros los protagonizan personajes diferentes, están conectados entre ellos ya que los personajes aparecen en el resto como secundarios y porque sus historias están conectadas en el mismo hilo argumental y temporal, por lo que hay que leerlos en orden. Pero vamos, que en sí las tramas de cada libro son cerradas y tienen un final que no deja dudas de nada pero si la curiosidad de saber más del resto de personajes.
Y no puedo estar más contenta con esta lectura, me duró un suspiro entre las manos (y eso que no es corto que digamos). Aunque me cuesta elegir, ya que los tres me han fascinado de principio a fin, creo que este es mi favorito seguido del segundo. Este es el que más sentimientos me ha transmitido y el que más me ha removido el corazón ya que, además de poseer una historia que conmueve, a mi personalmente me ha llegado más adentro por situaciones y sentimientos con los que me sentí identificada.
Pienso que este es un libro mucho más tierno y dulce que el resto, ya que sus personajes no pueden ser más cuquis. Eric me ha robado el corazón desde el minuto uno y Spencer me ha sorprendido muy positivamente ya que en los anteriores libros no es que me cayera especialemente bien pero en este libro se la puede conocer como realmente es y es muy diferente a lo que puedes intuir en los anteriores. Sin duda, no me lo esperaba.
He de admitir que el comienzo del libro es un comienzo muy duro y muy emotivo que a mi me ha hecho llorar como una magdalena. Y a partir de ese momento no he podido soltar el libro ya que poco a poco la historia se va volviendo mucho más bonito y deja de ser oscura y triste.
Personalmente, si un libro consigue transmitirme tanto hasta el punto de hacerme llorar creo que es un libro que merece la pena y que seguramente recuerde y se quedé entre mis favoritos. Si me transmiten, me tienen ganada, da igual si los personajes me convencen más o menos, o si la trama me sorprende con giros inesperados o no. Una vez que me remueve algo por dentro ya comienza a tenerme ganada xD.
La historia de amor entre los protagonistas me ha encantado de principio a fin, está llena de momentos muy dulces y bonitos que me han atrapado y la relación entre ambos me ha parecido muy acertada, original y diferente. Eric, aunque es muy chulito y tiene ese aire de tipo malo, no es el típico protagonista al que nos tienen acostumbradas en este tipo de historias. Quizás en ese sentido, Caleb y Tyler (los protas de las anteriores historias) si cumplen más ese estereotipo y por eso no sorprenden tanto (que no digo por ello que no me tengan loquita) pero con Eric es completamente diferente, aunque también tiene su pasado (del cual ya sabemos en Rompiendo las reglas) que hace que le atormente y que no tenga las ideas muy claras, es un chico mucho más maduro y responsable que se siente bastante perdido pero porque no se ha parado a pensar, vive (y habla) sin pensar en las consecuencias hasta que la vida le pone en su lugar al conocer a Spencer. Desde ese momento todo cambia, se comienza a plantear cosas que antes ni se le pasaban por la cabeza y e ayuda a centrarse por fin en la vida. Lo que más me ha gustado de él es el sentido del humor que tiene, me ha encantado en todo momento y se ha ganado en número uno en el ranking de los personajes de esta trilogía.
En cuanto a Spencer, es una chica que no ha tenido una vida nada fácil, la verdad es que más desgracias no la podían pasar y eso ha hecho que sea una persona inestable y muy cerrada. Pero aún con todo, intenta superar todo lo malo y poder conseguir tener la vida que siempre ha querido, aunque no es nada fácil. Por eso, cuando conoce a Eric su mundo se pone patas arriba y aunque la da las fuerzas necesarias para conseguir volver a ser feliz, también la llena de muchas más dudas e inseguridades. Y lo que no ayuda para nada, es que aunque ella intenta dejar su pasado atrás y vivir tranquilamente, la vida le sigue guardando más momentos duros y confusos.
No quiero desvelar mucho más sobre los personajes ya que al fin y al cabo en eso se resume el libro, en sus vidas.
Lo que más me ha gustado de toda la historia es ver poco a poco todo el progreso que va transformando a Spencer, ver como ella y Eric hacen un puzzle perfecto. Y como no, saber que ha sido de Caleb, Savannah, Tyler, Cassie...que también juegan una parte muy importante en esta historia. La llenan de momentos llenos de ternura, alegría y como no, risa porque tienen unos puntazos buenísimos. Son la guinda del pastel en este libro. Y al respecto, lo que si que me apetece añadir es que me ha sorprendido muy gratamente los momentos que ha habido a lo largo de la trama entre Caleb, Tyler y Spencer, el poder comprender mejor el tipo de relación que poseen y ver que su amistad no tiene límites. En cambio, la actitud de çsavannah y Cassie no me ha gustado tanto como en los anteriores, especialmente Cassie, me ha decepcionado bastante en algunos momentos y eso me ha chocado bastante.
Y bueno, en cuanto al final solo diré que la autora no podía haberle dado uno mejor. Ese último párrafo me ha parecido el broche perfecto para darle fin a la historia de todos estos gamberros. Pero oye...que no me importaría saber más sobre Derek (guiño, guiño)...yo ahí lo dejo jajaja.
En resumen, que si te gustaron los dos anteriores este no te va a decepcionar. Y si no conocías a la autora o todavía no leíste esta trilogía, no se a que estás esperando, te va a atrapar. Si quieres historias que enamoran, no te puedes perder a María Martínez.
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Una pareja especial!
Una historia llena de sentimientos, superación, amistad y amor.
Es la segunda vez que me pasa con una protagonista que no me cae muy bien de libros anteriores, conseguir empatizar con ella totalmente.
Ha sido como empezar de cero, su vida ha sido muy dura y conocerla desde sus inicios hace que la entendamos mejor, es una persona rota, que arrastra muchos traumas y dolor.
Eric es muy parecido a ella, ha vivido pensando que nadie le quería, siempre huyendo, sin un hogar, con una infancia dificil y también arrastra mucho dolor e inseguridad.
La relación de ellos me ha parecido muy bonita, aunque pasa poco tiempo realmente, no lo parece, empiezan poco a poco, con una amistad, después compartiendo trabajo y casa. Ninguno se atreve a ir más allá, hay mucha tensión, celos y dudas.
Se me hizo un poco lento en algunos momentos, pero en general me ha gustado mucho, esta contado con mucho sentimiento, muy bien escrito, es una lectura ágil y muy entretenida, me ha durado apenas dos días, tiene sentido del humor y esta llena de momentos mágicos, dolor, personajes entrañables y ternura. Lo único que no me ha gustado tanto son las continuas dudas por ambas partes, ya que recaen muy fácilmente.
La trama muy bien hilada, sus terapias, como empieza a pintar, el apoyo de los amigos, como encajan a la perfección y con la llegada de Travis todo se acelera y se dan cuenta de lo que realmente importa, de las esperanzas que tienen el uno en el otro y como se necesitan.
Los lugares muy bien detallados y descritos, es muy fácil imaginarse paseando por esos parajes, esa feria, el puerto y esa playa.
Me ha encantado seguir con las tramas de los libros anteriores, la boda de Caleb y el nacimiento de Madison, ver que a todos les va bien y que forman una gran familia. En resumen, un final perfecto para esta serie, aunque espero que vuelvan con más. Muy recomendado!

Nos encontramos con la tercera parte de la trilogía de María Martínez. En este último libro nos cuenta la historia de Spencer y Eric.
Han pasado tres años desde que la vida de Spencer, dio un giro inesperado y en este proceso a intentado volver a ser la que era, pero mucho más fuerte. Eric, tiene que pasar página y volver a estar con su familia después de tanto tiempo.

Esto es una relectura de unos libros que me gustaron bastante la primera vez que los leí, y esta vez tampoco han defraudado. Unos libros super fresco para leer en cualquier época del año o cuando no tienes muchas ganas de leer, porque estos libros los vas a devorar si o si.
Es una historia que siempre tengo un buen recuerdo de ella, un romance pero que también mete la importancia de la salud mental y la familia.

Desafiando las normas es el final de esta trilogía de romance cliché, adictivo Y refrescante que nos ha ofrecido María Martínez.

En esta ocasión será el turno de dos chicos que se las han visto difícil en todas las situaciones de su vida.

A Spencer la conocimos en el primer libro (Cruzando los límites) como la ex-novia de Caleb. La típica chica que nos presentaron como lo peor de lo peor, que incluso en el tiempo de la segunda parte (Rompiendo las reglas), era la más insoportable de todas.

Por otro lado, tenemos a Eric. A él lo conocemos en Rompiendo las Reglas, como el hermano mayor de Tyler y quién fuera el primer de amor de Cassie.

La vida de ambos no es ni de cerca lo que llegamos a conocer, pues ambos chicos están tan rotos que parece imposible unir las piezas de nuevo.

Spencer fue una niña abandonada por su madre, desde pequeña ha sido catalogada como un estorbo, una pequeña que solo puede sobrevivir de su cara bonita, por ello que cuando su madre la deja a su suerte - en un momento desesperado y luego de quedarse sola cuando detienen a Caleb y se suicida la joven enamorada de Tyler-, opta irse por el camino fácil y hacer lo que en el pasado su madre sentenció.

De antemano ya conocemos que no termino bien luego de liarse con el riquillo de Brian (quién terminó por romperla en mil pedazos). Así que ha caminado por una carretera llena de baches y ahora es mucho más madura con sus decisiones, busca tener estabilidad en su trabajo y en su vida emocional por lo que ha buscado ayuda con una terapeuta.

La vida no siempre es injusta, por ello es que llega a conocer a este chico, que al igual que ella está sufriendo, luego de dejar a la chica que amaba a lado de su hermano menor para que crearan su propia felicidad.

“Hice… hice una lista repleta de normas que cumplir; sin ellas no habría podido hacerlo. Pero has llegado tú y has hecho que las olvide todas. He abierto la puerta, te he dejado entrar en mi vida y ahora tengo miedo de que me hagas daño.”

La relación de Spencer con Eric se va desarrollando de manera lenta,  primero como dos desconocidos que se topan por coincidir por las mismas amistades y luego poco a poco se irán interesando el uno por el otro. Sobre todo cuando Spencer le ofrece un espacio en su casa para solventar sus gastos y el convivir tanto tiempo les demostrara con el tiempo que no pueden vivir sin el otro.

Debo decir que este tomo es el mejor libro de los tres – por mucho-, quizá se deba a que ambos protagonistas son más maduros que los otros dos que ya conocemos y por tanto no tenemos tantos dramas incensarios. Obviamente si tendremos una que otra pelea, pero dentro de los parámetros reales, es totalmente aceptable, así que lo he disfrutado bastante.

Por lo que sí han leído los dos libros anteriores, les aseguro que esta tercera entrega supera por mucho a sus predecesores, los mantendrá a la expectativa y les dejará con una satisfacción inolvidable.

¡Les aseguro que no se van a arrepentir!

Spencer ha sido la gran revelación de esta trilogía, demuestra que es toda una superviviente y he empatizado mucho con ella.
Admito en los primeros libros tenía una imagen de ella totalmente distinta pero en este te das cuenta de los motivos que le han llevado a actuar de ese modo y que en el fondo no es como aparenta.
Y Eric me ha sorprendido para bien, ese chico perdido ha conseguido hacerse un hueco en el top de personajes masculinos favoritos de libros.
Es una trilogía que recomiendo bastante ya que cada libro es una historia totalmente diferente y te atrapa por completo.
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Tercera y última parte de esta hermosa trilogía especial.
Puedo decir qué en cada historia te deja eso tan bonito y qué te hace pensar, tu pasado y en cómo estás llevando tu presente.
Esta vez tenemos a dos personajes muy diferentes a los anteriores, con dos historias en sus mochilas muy pesadas ,con las qué tienen que transitar todo el tiempo.
Es la historia de amor más tranquila y se centra especialmente en el crecimiento personal de cada uno ,para así llevarlos al crecimiento como pareja.
Como me pasó con el segundo libro, no le tenía altas expectativas, ya qué eran, otra vez nuevos personajes y es cómo volver de cero.
Aún así los personajes se hacen querer y me gustaría saber más de ellos, aunque éste ya sea el final de la trilogía.
Y que decir del final?
Me gustó la forma en qué terminó todo, aunque quizás esté sería uno de los libros a los qué le cambiaría el final, no por malo, si no porque abarcaba a más la historia.