Tenía que asumir de una vez que no se puede obligar a las personas a que nos quieran, ni a que estén a nuestro lado para siempre, aunque nosotros lo queramos así.
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Tenía que asumir de una vez que no se puede obligar a las personas a que nos quieran, ni a que estén a nuestro lado para siempre, aunque nosotros lo queramos así.
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- [...] Forzar el amor es ridículo, es vivir una mentira contigo mismo. El amor o se siente o no se siente, pero no se puede obligar.
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- Soy un tío muy interesante y hemos pasado toda la vida juntos. Nadie puede resistirse a mis encantos. - Te puedo conceder que eres un chico guapo, aunque no te emociones, ya sabes que no eres mi tipo - dijo, guiñándome un ojo-. Pero con lo de interesante te has pasado. - Se le escapó una carcajada. El muy cabrón se estaba divirtiendo a mi costa. |
—¡Lucas! —exclamó, loca de emoción—. Es Harry Potter. Sabía cuánto había deseado el libro desde que lo vio por primera vez en la librería. La miré sonriendo. Era la viva imagen de la felicidad. —Sabes que no hay manera de que volvamos a envolver estos paquetes, ¿verdad? —Lo sé, Lucas, pero no me importa, ¡es Harry Potter! |
Estaba con Dani cuando lo atacaron y él solo podía pensar en protegerla, le daba igual lo que pudieran hacer con él. Solo estaba ella en su mente. Estaba luchando con todas sus fuerzas para no dejar que el dolor lo venciera y desmayarse. No quería dejarla sola. Desprotegida. La ama.
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—¿Estás seguro de que es tu amiga? ¿Y lo sabe? ¿Qué? No me miréis así, acaba de cruzarte la cara.
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No entendía cómo la gente me podía ver como una persona fuerte. No cuando yo sabía la verdad de lo que tenía dentro. Siempre a un paso de la depresión. Siempre al borde de que no me importase nada ni nadie. Siempre obligándome a hacer las cosas. Habían sido tantas las veces que casi había vuelto a caer en ella que, si la gente lo supiera, apenas me considerarían una persona funcional.
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Gregorio Samsa es un ...