El cine, entonces, es intensidad, intimidad y ubicuidad. Intensidad porque la imagen fílmica es hechizante, hechizadora.
|
El cine, entonces, es intensidad, intimidad y ubicuidad. Intensidad porque la imagen fílmica es hechizante, hechizadora.
|
La imagen cinematográfica es una realidad estética con valor afectivo, de ahí que la función creadora de la cámara tenga que ser fundamental. El cine nos da de la realidad una imagen artística, nos la sublima de manera ya reconstruida, ya sea sensual o intelectualmente.
|
No son las imágenes las que hacen un filme, sino el alma de las imágenes.
|
La iluminación sirve para definir y modelar las siluetas y los planos de los objetos, crear la sensación de profundidad espacial y producir una atmósfera emocional y hasta algunos efectos dramáticos.
|
La fotogenia de la luz es una fuente fecunda y legítima de prestigio artístico para una película, y en definitiva es preferible una iluminación artificial, estéticamente hablando, a una iluminación verosímil pero deficiente.
|
La iluminación es el factor decisivo de la creación de la expresividad de la imagen. Es la atmósfera.
|
El rostro -máscara desnuda- siempre ha ejercido su magia.
|
La cámara, sobre todo, sabe explorar los rostros, lograr que se lean en ellos los dramas más íntimos y este desciframiento de las expresiones más secretas y fugaces es uno de los factores determinantes de la fascinación que ejerce el cine en el público.
|
La agudeza y el rigor de la representación realista del mundo que realiza el cine es tal que la pantalla puede hacer vivir ante nuestros ojos los objetos inanimados.
|
En el primer plano, el rostro humano se manifiesta mejor el poder de significado psicológico y dramático del film y que en este tipo de plano constituye la primera y, en el fondo, la más válida tentativa de cine interior.
|
Gregorio Samsa es un ...