Vathek

Beckford escribió Vathek en francés (oui, mes amis) en 1782 y no llegó a traducirse a la lengua de Cervantes hasta 1969.

Esta historia gótica, que podemos encontrar sola o acompañada de unos episodios que sólo se añadieron póstumamente, nos regala un protagonista (Vathek) inspirado en al-Wáthiq ibn al-Mutásim, un califa que reinó de 842 a 847, murió de unas fiebres y tenía una gran sed de conocimiento, mostrando gran interés por las ciencias y las artes. También fue famoso por su talento musical, y se le atribuyen más de cien canciones.
Vathek renuncia al islam (a todo en realidad) para, junto a su madre, adentrarse en actividades cada vez más deplorables con la única intención de obtener poderes sobrenaturales. Spoiler: acaba mal, muy mal.
Es un intento temprano de novela de ficción gótica que combina la moda de la época por lo oriental con ese elemento gótico que tenía que leer, pero sé que no releeré.