Progenie

Primer libro que leo de la autora y me ha gustado. Lo he leído en poco más de 24 horas, me enganchó desde el primer momento y se me pasaron las horas sin darme cuenta. Me han gustado los personajes y he empatizado con ellos. Seguiré con "Especie" y "Planeta" hasta terminar la trilogía.



Esta es la primera entrega de una trilogía cuya protagonista principal es Camino Vargas, jefa accidental del grupo de homicidios de la ciudad de Sevilla. Durante una ola de calor al final del verano, una mujer es atropellada salvajemente de madrugada. El asesino deja un chupete en la boca de la víctima antes de desaparecer.



En la autopsia se descubre que la mujer estaba embarazada y el equipo de homicidios empieza a investigar. Pronto se descubre el cadáver de otra mujer asesinada en su casa con un babero atado al cuello; ¿se enfrentan a un asesino en serie?



La lectura se hace muy amena y entretenida, con capítulos cortos y mucho diálogo, con las justas descripciones y explicaciones para ir siguiendo el hilo. Una trama con un punto de originalidad que discurre muy correctamente. Los personajes bien perfilados que componen un todo muy armónico, cada uno con su personalidad y su historia vital, muy cercanos al lector.



Ha sido para mí una muy buena aproximación a la autora que me anima a conocer más de su obra y también me anima a recomendarte su lectura si eres amante del género; no esperes cohetes y fuegos artificiales pero puedes pasar unos buenos ratos leyendo.

He leído una novela negra que me ha gustado por varias razones. Puede que la principal sea que la mujer tiene un papel bastante diferente al asignado en las novelas negras tradicionales. Hace tiempo que descubrimos a una mujer capaz de abandonar el papel de víctima y acogerse al de policía o eludir a la mujer fatal, usual en el género, para adoptar el de “normalita”. Pero Progenie sigue los pasos marcados por su título y la mujer se erige en personaje absoluto. En Progenie hay víctimas, mujeres que no son tan inocentes como cabría esperar o como daban a entender en el entorno en el que se desenvolvían; el equipo policial no está compuesto sólo de mujeres pero sí lo son la inspectora jefe, la comisaria, la forense, la policía más antigua y la novata; todo un plantel en el que podemos ver diferentes prioridades, diferentes causas por las que han elegido el trabajo y diferentes formas de entender la felicidad. Entre los personajes secundarios también encontramos alguna mujer que destaca por su inteligencia, incluso Nerea, guapa, despampanante, se aparta del cliché de secretaria algo limitada intelectualmente para todo lo que no sea su trabajo y aparece como una chica culta y capaz de tratar temas de diversas índoles.

Susana Martín Gijón ha dado una vuelta de tuerca a la mujer del siglo XXI y ha puesto el dedo en la llaga con Progenie. Las víctimas son mujeres, en principio poco sociables, con pocas relaciones sociales. Las víctimas han sufrido una muerte violenta, aparentemente sin motivación; no ha habido robo ni violación. Los asesinatos no siguen ritual alguno, sin embargo, todas las mujeres asesinadas aparecen con un objeto inquietante:

Soledad Cabezas, recepcionista de la clínica Santa Felicitas, especializada en técnicas de reproducción asistida, donde trabajaba desde hacía dieciocho meses, desde que se había trasladado a Sevilla a vivir con su expareja, después de dejar a su padre en Madrid. «Me contó que se venía aquí a vivir con él. Así, por las buenas. Que habían hablado mucho sobre su relación y querían intentarlo […] Me enfadé tanto que dejé de hablarle […] Que se estaba cavando su tumba y que no contara conmigo».

Soledad aparece atropellada en la noche, con un chupete en la boca.

Lola Cuadrado, escritora de novelas. Sin pareja, entregada exclusivamente a su trabajo «Y Lola no tenía hijos ni sobrinos ni nada por el estilo […] —¿Ni un ex con el que pudiera haber vuelto? —No. Por lo menos desde […] hace más de diez años».

A Lola le abren la cabeza con su trofeo literario y le ponen un babero al cuello.

María de la Concepción Arjona, apuñalada en el abdomen y tirada en la fuente de un parque junto a unos patitos de goma.

Las tres mujeres, de edades diferentes, estaban embarazadas en el momento del crimen, incluso María Concepción, de 54 años. Las tres se han quedado embarazadas gracias a la clínica Felicitas, por lo que su directora, Natalia Matute, está desolada, cree que puede ser obra de «retrógrados que no se han enterado de que las mujeres tenemos tanto derecho como ellos a hacer lo que nos dé la gana».

También Camino, la inspectora, está soltera y ha dejado de pensar en traer hijos al mundo, algo que nunca le ha atraído y menos ahora, con 44 años.

Por el contrario, Lupe, la más joven del equipo, debe enfrentarse a su hijo casi adolescente y a un marido en el paro con sueños de escritor. Lupe debe luchar con la conciliación familiar esperando que la traten en serio y dejen de relegar su trabajo al papeleo.
Y, finalmente encontramos a Teresa, a punto de jubilarse, con hijos y nietos, feliz de su papel como ama de casa y cuidadora, y feliz de no haber deseado adquirir más responsabilidades en el trabajo para poder dedicarse a su familia.

Mujeres que realmente han debido elegir entre el trabajo (y las aspiraciones) y la maternidad. Mujeres que, como la forense, cuando se han visto instaladas social y laboralmente, se les ha hecho tarde para engendrar un hijo y deben pasar por la tortura física y psicológica que supone la fecundación médica «Micaela la mira desde el fondo de unos ojos acuosos, tratando de contener la rabia […] —Era un embarazo gemelar».

Otras, que han decidido no engendrarlo, y deben pasar por la culpa personal o social a la que serán sometidas, «No quiere un hijo ni dos ni tres, como no quiere un marido ni un gato ni un perro. Quiere su tiempo para ella, quiere ser buena en su trabajo […] quiere pasar por la existencia disfrutando en lo que pueda […] ¿Es mucho pedir?».

En cualquier caso son situaciones que el hombre no ha conocido, por lo que es difícil que todos sean capaces de entenderlo.

Susana Martín da cuenta con este argumento tan actual, de la sociedad española; el poder que da el dinero y el afán por controlar de quienes poseen un razonamiento asocial y egoísta. El grupo de sospechosos estaría en esta situación. El grupo de víctimas es el resultado de las dificultades con las que se encuentra hoy cualquier mujer, siempre apremiada a lo largo de los siglos por el reloj biológico y hoy, además, capaz de desmentir el instinto maternal. El grupo de policías es bastante resultón formado por mujeres y hombres diferentes, unos con más corazón que aspiraciones, pero todos capaces de realizar un impecable trabajo.

Si el tema de la maternidad es el principal, no debemos obviar otro, presente como fondo, la fertilidad como negocio. No todo en este mundo son buenas intenciones. Asimismo, hay trazos de violencia de género, no olvidemos que las huellas mentales, a diferencia de las físicas, apenas se borran con el tiempo.

El suspense de Progenie está desde el comienzo, en el que Soraya y Mª Jesús se dirigen felices a empezar su futuro, pero esta narración queda interrumpida por el dolor del padre de Soledad al enterarse de la muerte de su hija. Soraya y Mª Jesús irrumpirán de vez en cuando en el relato, con una letra en cursiva que las diferencia del resto de personajes, para generar una expectación creciente en el lector.

La lectura es fácil pues, a la personalidad diferente y atractiva de todas las mujeres, la autora añade una sugerente intriga que conseguirá hacer desaparecer a los sospechosos, por falta de motivos y por la manifestación de un secreto que saca a la luz el antiguo inspector. Con este personaje y este enigma la historia termina de enriquecerse y la estructura de la novela queda perfectamente encuadrada en cuatro partes y cuatro víctimas.

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Hace más de cinco días que terminé este libro y aún no tengo palabras para definir el porqué me pareció la mayor pérdida de tiempo de todo enero.

Los temas que tocó. A ver, que cada autor escribe de lo que quiera pero ¿era necesario tomar el libro como el medio para dar tu opinión sobre ese tema tan de moda como lo es el feminismo y hacerlo pasar porque sea Camino Vargas la que piensa de esa forma? Nope, olí a kilómetros esa obvia posición social.

A mí el tema que trata la novela fue lo que me llamó la atención, mujeres asesinadas y cuyo asesino deja una marca característica en ellas, pero de ahí a darme la tabarra con que el poder de las mujeres, las mujeres lo otro, y el típico “el patriarcado esto” y “los hombres lo otro”, y encima darle un protagonismo a cuenta gotas a los hombres y cuando se los das sólo se habla de ellos como bravucones o maltratadores o resentidos de la vida o gays que se ocultan por temor a represalias… ahh pero al siguiente capítulo vemos a dos chicas dándolo todo y formando una familia como si fuera lo más normal del mundo.

Cuando decido leer un libro, sobre todo un thriller, lo hago para entretenerme, para saber los motivos que llevan al asesino a cometer sus actos y cómo la justicia prevalece, o no, sobre el mal. No para conocer a qué partido político o de qué parte de la sociedad estás, si eres feminista o capitalista o qué se yo.

Si que estoy desconcertada, no por el tema en sí, que es importante estar informada de lo que sucede en la crónica social, qué sucede en los grupos minoritarios y especialmente en los casos en los que la mujer es victimizada en todos los ámbitos, pero considero que hay formas y formas de escribir sobre los temas sobre los que se quiere tratar y la autora, a mi punto de vista, trató el tema del feminismo de una forma disparatada “ale, esto es lo que salió y así se queda: arriba las mujeres empoderadas y abajo el patriarcado y los hombres” wtf? Aquí no hay sutilezas, no, no. O es todo o es nada. No me gusta ese avasalle, yo solo vine a leer XD

Lo único rescatable y por lo que lo leí hasta el final fue por la narradora, que dotó a los personajes de carácter con tremendo vozarrón que se carga, porque, eso si, los personajes tienen de todo menos desarrollo. La narradora se llama Sol de la Barreda, para el que esté interesado en escuchar alguna historia donde ella narra.
De hecho, cuando terminé de leer la novela, muy a mi pesar pero con curiosidad (eso siempre) fuí por el audiolibro del segundo, Especie. Como podrán imaginar, lo abandoné. No llegué al capítulo 3. Porque aparte del nuevo tema en el que la autora decidió deleitarnos (el mundo de los animales de consumo humano), alguien tuvo la genial idea de cambiar a la narradora por otra, cambiando así, toooooda la personalidad de los personajes del primer libro, dotándolo del característico acento sevillano que no tenía el primer libro. A ver, que ese detalle me da igual porque a fin de cuentas la historia se desarrolla en Sevilla, pero oye, que hubo un momento que me saqué de onda completamente, como estar viendo universos paralelos con la misma inspectora y sus compañeros. No, eso no se hace. Si empiezas con una naradora, terminas con la misma narradora, penguin Ramdon House (¬_¬)

Progenie es el peor libro que leo este 2022. El segundo no lo contaré como leído.

Esta es mi opinión, desconcertada o no, es algo personal.

No puedo resistirme a una novela que huela a thriller, negra, misterio o incluso cozy thriller y esta ya se me había resistido mucho tiempo.

¿Qué me he encontrado?

- Un thriller de capítulos cortos bastante bien atadito.
- Una inspectora de policía con su mochilita a cuestas, pero nada espectacular, bastante normalita, vamos, muy creíble como personaje. Eso sí, con un genio de copón bendito. No se yo si me gustaría tenerla de de compañera.. y mucho menos de jefa.
- Una Sevilla calurosa asediada por un asesino de mujeres y una marca personal muy peculiar
- Un tema bastante polémico y candente en nuestros tiempos
- Una crítica social interesante.
- Un final un poco cogido por los pelos.

Camino Vargas tendrá que enfrentarse a uno de los casos más complicados desde que está cubriendo a su jefe como inspectora. Una mujer aparece asesinada en un barrio marginal de Sevilla, ¿qué hace una chica de clase media en ese barrio? ¿ha sido su reciente expareja? Tras la autopsia se descubre que estaba embarazada. Todo apunta a su anterior pareja a la que dejó hace solo unos pocos meses, pero mientras dilucidan qué está pasando, los asesinatos comienzan a sucederse con un modus operandi parecido. ¿Estaban relacionadas las víctimas?.

La verdad es que es una historia sencilla y ágil, con algunas cositas que me han rechinado un poco, sobre todo al final, pero se lee bien y rápido y mantiene la tensión lo suficiente como para seguir con la serie.

No he logrado conectar demasiado con Camino y eso quizás le ha bajado puntos.

Toca algunos temas de actualidad como el deseo de ser madre y la verdad es que lo hace con sensibilidad y respetando todas las opciones.

Veremos como evoluciona con el segundo

Llevaba mucho tiempo con ganas de hacerle hueco a esta novela, porque había leído muy buenas críticas sobre ella y porque transcurre en Sevilla, ciudad a la que le guardo mucho cariño.
El argumento no puede ser más atrayente: un asesino en serie con un modus operandi bastante ecléctico y que firma dejando elementos relacionados con bebés... Todo esto, unido a un equipo de detectives poco acostumbrado a este tipo de casos, con la presión mediática que conlleva.
Lo mejor 💙
- Capítulos cortos, que te dejan con ganas de más y más.
- Sevilla.
- Lupe, la novata del equipo.
- Me quedo con ganas de conocer más de la historia entre Camino y su jefe, Arenas.
Lo peor
- El final se va intuyendo a medida que avanza la novela, por lo que te quedas con ganas de algún giro argumental que te deje con la boca abierta.
- Policías típicos-tópicos.
Novela recomendable para todos los amantes del género. Y si no lo sabíais, en una semana tendremos la segunda parte de esta serie: Especie. Así que con muchas ganas de leerla 😃¿Conocíais a la autora @susanamartingijon? ¿Habéis leído algo suyo? A mí se me ha antojado leerme su anterior trilogía que transcurre en Mérida.