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Tengo sentimientos encontrados con este libro, y os voy a explicar el porqué. Me pilló de pleno en el “paroncito” lector, que muchos sabéis que he tenido… ¿y qué?, pues que cuando lo empecé estaba muy enganchada porque es totalmente adictivo, pero lo dejé apartado por el parón, y trataba de retomarlo, y aunque seguía siendo igual de adictivo, no tenía muchas ganas de leer, lo que me llevaba a leer “verticalmente” y muy por encima, y siento que me he “comido” muchas cosas importantes y relevantes, por lo que he acabado no disfrutando de la historia, aun así, acabé de leerlo de forma agridulce, por lo que os he contado. Partiendo de “lo que me he enterado” de la historia, os repetiré que es totalmente adictiva, ambientada en un contexto muy actual y con una trama tan diferente como conocida. La autora hace que se te corte la respiración en cada uno de los giros y consigue que dudes de todos, para al final ¡pum! Hacer que todas tus hipótesis se caigan. Por lo general, me ha gustado, aunque lo de que no esté dividido por capítulos me ha desorientado un poco e incluso cansado, dificultando la lectura, aún así, la pluma de la Laura Marshall es ligera, con un vocabulario muy sencillo y de fácil comprensión. Sí, os lo recomiendo si os gustan este tipo de lecturas, y también os digo, que se va a mi montón (interminable) de libros para releer, porque quiero hacerlo para degustarlo “en condiciones” Fragmento de mi reseña en Instagram @mislecturicas |
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