Este no puede decirse que sea el mejor Marsé, pero un Marsé es un Marsé, y siempre es una delicia pasear con él por esos ambientes de barrio de posguerra y conocer de su mano a esos perdedores, ya se sientan derrotados, ya sean inasequibles al desaliento, ya los que supieron sacar partido y acomodarse. Marsé nos escribe aquí otro drama entre el escenario melancólico de barrio y el sórdido, corrupto y agobiante de la dictadura donde se esconden secretos inconfesables, héroes que no lo son tanto, humillaciones, rebeldías inútiles, vidas truncadas, mucho lumpen y mucha pobreza, a veces digna y a veces vil… nada que no se pueda encontrar en “Si te dicen que caí” o “Rabos de Lagartija”, novelas que poseen una estructura narrativa más atractiva y tramas mejor construidas que esta que a mí me ha parecido un tanto rocambolesca. |
En 1962, Juan Marsé recorrió Sevilla, Cádiz y Málaga acompañado por su amigo Antonio Pérez y el fotógrafo Albert Ripoll Guspi. Su propósito: escribir una crónica, con fotografías y fragmentos tomados de la prensa, que mostrara cabalmente la realidad que el franquismo silenciaba. Los problemas financieros y la presión de la censura consiguieron que el libro terminado y entregado no llegara a publicarse. Hasta el mismo Marsé creyó que aquel original se había perdido para siempre. Pero cincuenta años después, aquel trabajo que iba a firmar con el seudónimo de Manolo Reyes (el Pijoaparte, que protagonizaría pocos años después «Últimas tardes con Teresa», la novela con la que Marsé se consagró), ese retrato social y moral de aquella España, finalmente se publica. Andreu Jaume, a cargo de la edición, cuenta cómo fue ese emotivo viaje al pasado con Marsé durante sus últimos meses de vida.
Encuentra este y otros artículos en http://revistalengua.com
Texto de Andreu Jaume narrado por Antonio Martínez Asensio.Crédito Imagen ilustrativa: Año 2008, Lisbeth Salas.