Este libro me reconcilió con la escritura de Marsé después de haberle leído el Premio Planeta 1978 y "Rabos de lagartija" que encontré trivial. Aquí reina un estilo novelesco en todo su esplendor, bien escrito, con vocabulario selecto. Es la historia en Barcelona de Susana, una chica tísica criada por su madre con principios morales algo dudosos y cuyo padre huyó a Francia con la toma de poder de Franco. La madre le inventa una vida aventurosa al padra ausente, sobre todo que alberga a un antiguo terrateniente del padre, quien va a contribuír con el mito inventándole una vida en Shangai con personajes exóticos. La triste realidad es que el padre de Susana se ha fugado con la mujer y el hijo de su terrateniente y se ha esfumado. Susana se cura de su tuberculosis y será la amante del terrateniente (venganza?). La madre de Susana se vuelve alcohólica, y el chico de 14 años, protagonista de esta novela, crece y se aleja del barrio recordando los hechos. |
En 1962, Juan Marsé recorrió Sevilla, Cádiz y Málaga acompañado por su amigo Antonio Pérez y el fotógrafo Albert Ripoll Guspi. Su propósito: escribir una crónica, con fotografías y fragmentos tomados de la prensa, que mostrara cabalmente la realidad que el franquismo silenciaba. Los problemas financieros y la presión de la censura consiguieron que el libro terminado y entregado no llegara a publicarse. Hasta el mismo Marsé creyó que aquel original se había perdido para siempre. Pero cincuenta años después, aquel trabajo que iba a firmar con el seudónimo de Manolo Reyes (el Pijoaparte, que protagonizaría pocos años después «Últimas tardes con Teresa», la novela con la que Marsé se consagró), ese retrato social y moral de aquella España, finalmente se publica. Andreu Jaume, a cargo de la edición, cuenta cómo fue ese emotivo viaje al pasado con Marsé durante sus últimos meses de vida.
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Texto de Andreu Jaume narrado por Antonio Martínez Asensio.Crédito Imagen ilustrativa: Año 2008, Lisbeth Salas.