Corta novela de menos de 100 páginas escrita en un estilo prístino, irónico y a la vez poético, pero sin realismo mágico, sino más bien un realismo bastante doloroso. Es la historia patética de un coronel (sin nombre) que lleva 25 años esperando su jubilación cada viernes. Durante 25 años ha logrado mantener su dignidad, pero se ha ido "comiendo" todas sus pertenencias. Sólo le queda un gallo de pelea, recuerdo de su único hijo, última prenda que podría salvarlo de la inopia total, de la hambruna final. Pero al coronel le queda dignidad y no accede a sacrificar al gallo. El final es abierto y a cada lector de otorgar un broche a esta obra que resume bastante desesperanza. |