ni confirmo ni desmiento
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ni confirmo ni desmiento
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Quizá sea en los momentos de frustración e impotencia cuando nos aferramos a un clavo ardiendo, sin preocuparnos por las cicatrices que puedan dejarnos las quemaduras en la piel.
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Nadie piensa en las secretarias. Somos las eternas olvidadas. Como esa maceta de la oficina que nadie se acuerda de regar, pero que a todo el mundo le gusta tener cerca porque aporta paz y tranquilidad.
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—Porque las personas que nos conocen se creen con la capacidad de juzgarnos al saber de nuestro pasado. Sin embargo, una persona que no sabe nada de ti, solo dispone de tu presente; no hay más que lo que tiene delante.
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—A veces, los desconocidos son quienes nos inspiran más confianza. Les podemos explicar cosas que a nuestros conocidos jamás nos atreveríamos a contar.
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El tiempo pasa demasiado rápido y los momentos se pierden por el camino si no los disfrutamos.
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Por desgracia, las personas importantes también nos abandonan en contra de su voluntad y no hay nada que podamos hacer, salvo mantenernos fuertes con todas las lecciones que nos enseñaron.
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—En la vida no te tienes que preguntar qué puede salir mal. Sino qué pasará si lo intentas.
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Mi madre solía decirme «vas sobrecargada con toda la responsabilidad que te echas a la espalda a modo de coraza» y empecé a pensar que no le faltaba razón.
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Lo importante es el aquí y el ahora. Y en eso estoy, aunque casi no llego.
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La guerra del fin...