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"TAMERLÁN EL GRANDE" de Cristopher Marlowe "¡Guarda tu honor! ¡Pues hace mucho no sabías lo que quería decir!" Estoy muy feliz de haber terminado esta obra que consta de dos partes (la segunda a pedido del público) pues ya puedo decir que he leído todas las tragedias de este gran dramaturgo isabelino. La obra nos narra de una manera sucinta y veloz la historia de Tamerlán, el pastor escita (un pueblo bárbaro), que llegó a convertirse en Rey de Persia y asoló diversas ciudades de África y Asia. Este ascenso no es de ninguna manera pacífico, Tamerlán es muy despiadado y su ira no tendrá límites, humillando de la peor manera a reyes y sacrificando vidas inocentes. Me gustó mucho por la cantidad de acción que entra en escena en sus distintos espacios geográficos, la pintura, digamos, de la crueldad de este rey y las órdenes militares permanentes hacia sus grandes generales como Terídamas, Téqueles y Usuncasan. La caída y el auge de los imperios a través de las escenas también me gustaron. Un día victorioso otro derrotado, y a pesar de la crueldad y salvajismo de Tamerlaán, Marlowe hace ver el comportamiento de su bando, cómo por más que sea como es, tiene una corte de aduladores, una esposa fiel y unos generales dispuestos a dar su vida por la gloria del reino. A veces las perspectivas individuales pueden engañar. Aunque el estilo no sea el más depurado y algunos parlamentos no sean bien logrados la acción y la intensidad de la historia me hacen valorarla muy bien. Luego de leer a Marlowe tengo otro panorama del teatro isabelino y compruebo que su nivel es tan o superior al neoclásico francés. |
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