El puente de Clay

En "La ladrona de libros" me atrapó la prosa de Markus. Un tipo diferente, que narraba "otra historia más de nazis" desde una perspectiva totalmente distinta. Con ternura y una sensibilidad especial. Así que quise leer la historia de Clay al instante.

He de decir que no sabía que el libro tuviera más de 600 páginas. No lo he sabido hasta terminarlo, porque lo he leído en formato electrónico y el número de páginas es distinto. No es excusa, pero me ha costado leerlo. Además es una historia de "chicos muy chicos" como diría el narrador y se salía un poco de mis lecturas habituales. Sin embargo...

Markus Zusack vuelve a regalarnos una historia maravillosa, escrita de manera peculiar. Con saltos en el tiempo, con anécdotas que no entiendes en un determinado momento pero que tienen su por qué ( que acabarás conociendo), un caos que sale de una vieja maquina de escribir y del mayor de los hermanos, encargado de contarnos lo que les sucedió a los chicos Dunbar.

Los chicos más duros, los que resuelven y expresan todo a base de peleas y encontronazos también están cargados de sentimientos. Los gestionan como pueden y saben, y sobreviven porque permanecen juntos con una alianza indestructible.