Bajo un cielo escarlata

La novela comienza en plena Segunda Guerra Mundial. Pino Lella es un adolescente italiano que vive en Milán en el año 1943. A Italia no le va bien en la guerra, Mussolini está ya casi acabado aunque se resiste como gato panza arriba confiando en recibir ayuda de su amigo Hitler.

Pino quiere luchar y defender a su país pero sus padres deciden alejarlo –a él y a su hermano- de la guerra para salvar sus vidas. Así, mandan a los chicos a un colegio-monasterio en los Alpes donde Pino ayudará al religioso que lo dirige a pasar judíos y pilotos alíados heridos a Suiza. Pero por determinadas circunstancias, Pino tiene que volver a Milán. Ya tiene dieciocho años y sus padres siguen queriendo salvarle así que esta vez deciden que se aliste en el ejército alemán, sabiendo que le van a dar un puesto muy cómodo y nada peligroso. Aunque él se niega a trabajar para los alemanes, finalmente no le queda más remedio que obedecer y, así, empezará a trabajar como chofer del general Hans Leyers, mano derecha de Hitler, y comandante supremo en Italia del Tercer Reich. En dicho puesto, Pino intentará ayudar a sus camaradas italianos a expulsar a los alemanes de Italia

Las novelas sobre la Segunda Guerra Mundial me encantan porque suelen ser muy emotivas y siempre me descubren algún aspecto nuevo. En este caso, me ha gustado que la acción se sitúe en Italia. Ya había leído alguna otra novela situada allí pero no demasiadas y creo que allí también tuvieron que ocurrir historias muy emocionantes que espero ir descubriendo. Normalmente, las historias se sitúan en los países ocupados por Alemania, ocasionalmente en la propia Alemania; en los países aliados del Tercer Reich hay muchos menos. Por ello, es una perspectiva bastante novedosa para mí

“Bajo un cielo escarlata” es una novela que bebe de hechos reales y de personajes también reales. Mussolini y su amante se pasean por las páginas del libro. También el general Hans Leyers fue un personaje histórico importante. Pero es que también el propio protagonista, Pino Lella, es real. Tal y como nos cuenta Mark Sullivan en el prólogo, supo primero de su historia y luego consiguió hablar con él y que él mismo se la relatase. Además, habló con otros personajes que vivieron los hechos y que le contaron su versión. Con todo esto y una profusa documentación, el autor ha escrito una novela basada en hechos reales que, como él mismo dice, se atiene bastante a lo que verdaderamente pasó. Y digo bastante y no totalmente porque el autor nos explica que no fue fácil bucear en los hechos, que muchos documentos habían sido destruidos y que mucha gente se niega aún a hablar de lo que pasó, por lo que también hay lugar para la ficción en la novela.

Y lo que pasó fue un sinfín de aventuras y desventuras en las que hay sitio para todo, incluida una bonita historia de amor.

Pino Lella ve a los alemanes como a unos invasores y quiere ayudar a los aliados pues sabe que sólo ellos pueden salvar a Italia de lo que para él es una invasión, la nazi. Por supuesto, no todos los italianos pensaban como él: había adeptos al régimen fascista y otros como Pino que no, los famosos partisanos que lucharon desde la retaguardia por liberar a su país. Mark Sullivan nos cuenta cómo se vivieron los 'últimos años de la guerra en el norte del país, en un país que había recibido fuertes varapalos en la guerra y que estaba mortalmente dividido en dos, entre los afines a los nazis y los contrarios a ellos.

Por una parte, veremos la “escapada” de judíos a otro país, en este caso, Suiza. Ahí sí que recuerda a “El ruiseñor” de Kristin Hannah en el que también cruzaremos unos montes, aunque en este caso no serán los Alpes sino los Pirineos.

Por otra parte, veremos la guerra en una gran ciudad como es Milán. Una ciudad que va a sufrir en sus propias carnes las consecuencias de la guerra, siendo repetidamente bombardeada por los aliados mientras es ocupada por los alemanes.

He de reconocer que me costó un poco adentrarme en la novela. Las primeras páginas se leen bien, resultan amenas, pero poco más. Pero a partir de, más o menos, la página cien, cuando ya Pino se mete de lleno en la guerra, la novela mejora muchísimo y ahí ya sí que me atrapó irremisiblemente y me mantuvo así hasta el final. La novela va de menos a más, cogiendo emoción e interés a cada página, hasta acabar realmente bien.

Toda la novela se sustenta en un personaje que a mí me ha gustado mucho: Pino Lella. Un chico muy joven, apenas adolescente, de buena familia. Un chico que se enamora perdidamente de una chica. O sea, un chico como otro cualquiera. Pero las circunstancias que le toca vivir no son cualesquiera y Pino se implicará. A pesar de que sus padres le obligan a hacer cosas que no quiere, él se las arregla para desde su puesto ayudar a su país. Pino Lella es todo un héroe; no un héroe de los de capa y espada sino de los de verdad, de los del día a día.

En la novela ocurren muchas cosas y, por ello, resulta una lectura muy entretenida que te mantiene pegada a sus páginas. En ella hay peleas, bombardeos, hambre, amor, historias familiares, Historia… Ocurren cosas muy malas como no puede ser de otra manera y hay algunas escenas duras; pero también hay escenas bonitas pues muchos personajes están llenos de bondad y arriesgan sus propias vidas por el bien de los demás.

Es un narrador omnisiciente quien nos cuenta los entresijos de la historia, focalizando todo en Pino, el auténtico protagonista. Me ha gustado mucho la forma de escribir de Sullivan, precisa y bastante directa, emotiva en ocasiones.


Conclusión final

Me ha gustado “Bajo un cielo escarlata”. Una novela “guerrera” que nos da otra perspectiva distinta de la habitual. Una novela épica con personajes reales. Recomendable.


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