Nada que perder

Nunca defrauda.

Una novela muy adictiva que te mantendrá pegada a sus páginas sin poder parar de leer.

Me la leí en un plis, plas.

Ella Alexia una chica que lo tiene todo, caprichosa, pero que nada le hace feliz. Su padre quiere que siente la cabeza y cazarla con un niño rico como ella.

“Ese hombre era la droga más potente que había probado nunca. Posiblemente, letal. Y ahí estaba yo, contemplando el mundo a través de sus ojos y maravillándome ante esa belleza tan genuina”.

El Jack un chico rebelde, misterioso, carismático. Con un pasado oculto.

Dos miradas que se encuentran y pueden cambiarles el mundo.

“Gírate.
Gírate y dime que no estoy loca.
Que tú también lo has sentido.
Ese magnetismo que hacía imposible dejar de mirarse; dejar de sonreír como imbéciles…
Gírate y dime que podemos cabalgar juntos por las olas salvajes de la vida y que…”

Con una trama llena de giros que para nada imaginaras, y unos diálogos que te hará reír por lo ocurrente y ácidos que son.
Su trama aunque al principio me pareció un pelín lenta, conforme avanza la novela se me hizo muy fruida.

“Primero hay que perderse, para encontrarse a uno mismo”

Unos paisajes tan bien descritos que parecerás que formas parte de la historia.

“Eres mía, Katie. Siempre serás mía. No te molestes en huir, porque ahora esto forma parte de ti”.

Una novela muy profunda, llena de sentimiento, que te hará empatizar muy rápido con sus personajes. Donde se respira amor entre sus páginas.

“¿Hola, Jack, lo que hiciste estuvo muy mal, pero vuelve a hacérmelo porque estoy tan mal de la cabeza que me gusta el peligro que oscurece tus ojos cada vez que buscan los míos?”

Por ponerle un pero diré que su final se me hizo muy precipitado, para mi gusto le falto un buen epilogo.
Totalmente recomendable, me dejo con ganas de más.
Como siempre enamorada de la pluma de su autora Isabella Marin.

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