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ISBN : 8415740298
304 páginas
Editorial: Menoscuarto (02/11/2015)

Calificación promedio : 4.5/5 (sobre 4 calificaciones)
Resumen:
Hasta cinco películas han bebido del argumento de El huésped, la mejor novela de Marie Belloc Lowndes. Entre ellas figura la primera cinta que dirigió Alfred Hitchcock (The lodger, 1927; titulada en España El enemigo de las rubias). Inspirada en los asesinatos de Jack el Destripador, la obra reúne los ingredientes clásicos de la mejor narrativa de misterio británica. Mientras Londres vive con inquietud la aparición en sus calles de un asesino de mujeres, un extraño ... >Voir plus
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Críticas, Reseñas y Opiniones (4) Añadir una crítica
Celia_0504
 28 November 2021
Reconozco que hasta hace un mes no sabia nada de esta novela y de su autora. Descubrí ambos gracias a “Reinas del Abismo”, una antología de la editorial Impedimenta de relatos de lo sobrenatural. En ella también tenía cabida un cuento de Belloc Lowndes, en cuya introducción, por supuesto, se hablaba de su novela más famosa y de la versión fílmica que hizo de la misma el gran Alfred Hitchcock , bajo el nombre “El Enemigo de las Rubias”. Tampoco conocía esa película, y eso que yo me pensaba que me conocía casi todas las de Hitchcock. Así que ya podréis imaginar las ganas que me entraron de leer esta novela, aunque solo fuera por verme después la peli.

La novela “El Huesped” empieza con el matrimonio Bunting en sus horas más bajas, con la bancarrota llamandoles a la puerta. Todo parece perdido para ellos cuando, de pronto en medio de la noche, la aparición providencial de un misterioso y excéntrico personaje, el señor Sleuth, parece llegar de la nada para salvarles al alquilarles unas habitaciones de su casa. Durante un tiempo todo parece a volver a irle bien al matrimonio dentro de su hogar, aunque su huésped sea un tipo de lo más extraño y lleno de manías, con la obsesión de recitar en alto versos de la Biblia y ser propenso a desconfiar de casi todo el mundo. Pero fuera, en el Londres victoriano plagado de niebla y miseria, en medio de las sombras se mueve un misterioso asesino conocido como El Vengador, que con cada crimen que perpetra sobre alguna mujer de vida disoluta, hace aumentar el pánico en la gran ciudad. Un asesino que nadie sabe quien es, pero cuyas escasas pistas llevan a la señora Bunting a sospechar que puede que este muy cerca de ella y su familia. Demasiado cerca…

Tengo que decir que me ha costado mucho hacer esta reseña, de hecho creo que me va a salir un poco batiburrillo. “El Huesped” es una lectura que, a grandes rasgos, me ha gustado mucho, y creo que está muy bien escrita. Hay bastantes cosas positivas que me gustaría destacar de esta lectura: En primer lugar que me ha gustado mucho la forma de narrar y escribir de Marie Belloc Lowndes. La autora tiene una pluma ágil, pulcra y elegante; controla perfectamente el ritmo y los tempos, logrando hilvanar una narración incisiva y que no se hace para nada densa y pesada, pues todo sucede como y cuando debe.

Y eso es algo que es muy de agradecer en esta obra. Si hay algo destacable en “El Huesped” es la increíble atmósfera psicológica que Belloc Lowndes idea y plasma desde la primera página. Hay miedo, dudas y tensión impregnándose en cada poro de esta obra desde el minuto cera, la sensación de duda y el misterio se filtran en el lector como a veces la niebla londinense lo hace en la casa de los Bunting. Con un estilo sobrio y usando muy pocos elementos, la autora crea lograr una sensación de claustrofobia que va a aumentando a medida que van sucediéndose los acontecimientos dentro de la novela. No es una historia en la que acontezcan grandes sucesos o que todo sede con con prisas de algún tipo. Ni siquiera se da en mucho escenarios, la mayor parte de las situaciones de dan en la propia casa de los Bunting, con alguna excepción en un determinado punto. La grandeza de Belloc Lowndes es que no necesita muchas cosas para componer una historia que logra atrapar totalmente al lector. le vale su buen hacer como narradora, algo indudable. de ahí que puede llevar al lector al Londres victoriano, esa ciudad húmeda y neblinosa vibrante y llena de vida y de gente por el día, pero llena de rincones oscuros y secretos por la noche, por lo cual se convierte en un escenario perfecto para el asesinato y el misterio.En ese sentido tengo que decir que echo en falta que hubiera un mapa de la urbe en el libro. No dudo que alguna edición inglesa lo hay, pero la española me ha faltado totalmente. Creo que así hubiera sido más fácil al lector ubicarse y saber leer los movimientos que El Vengador va haciendo a lo largo de la novela y como va modificando su cambio de acción a lo largo de la misma.

Y no solo la ambientación londinense es digna de elogio. También resulta muy llamativa la forma en que la autora sabe captar perfectamente el espíritu victoriano y la forma de sentir, pensar y vivir de la gente de esa época. Uno siente que puede conectar con las personas que vivieron en ese periodo. Y eso está especialmente ilustrado en la gran protagonista de la novela, Ellen Bunting. Ellen es hija de esta época para bien y para mal, tal y como demuestran sus pensamientos y acciones a lo largo de la historia. Es una mujer orgullosa y llena de matices, increíblemente bien plasmada, que se ha visto a un paso de tener que pedir ayuda a la beneficencia. Y eso es algo que no va a poder olvidar tan fácilmente. La paz y seguridad económica que el señor Sleuth proporciona a la familia y la respetabilidad que les da el tenerle como huésped se contraponen a sus escrúpulos y a sus dudas morales. Es perfectamente consciente que al callar no está haciendo lo correcto, pero tiene miedo de lo que puede suponer que se descubra al Sleuth, no solo ya en el plano económico, también sabe que su casa será señalada por el gran público y por sus vecinos. Y eso es algo que no se ve capaz de soportar. Es terrible y angustioso leer sobre como fluctúa angustiosamente la mente de la señora Bunting, que padece por las terribles dudas que le surgen entre las terribles certezas que tiene sobre el comportamiento de su huésped , apenas aliviadas por pasajeros descubrimientos que hace y que luego suelen demostrarse como falsos o erróneos. Una lucha interna que llevara a nuestra protagonista al borde del agotamiento físico y que se verá condicionada por otros dos personajes: por un lado Daisy , la hija del primer matrimonio del señor Bunting, una joven un tanto frívola, pero muy bella y buena persona. Y por otro lado su pretendiente, el joven oficial de policía Joe Chandler, uno de tantos tras la pista de El Vengador. Es decir, por un lado tiene a una potencial víctima para el asesino, por el otro, a un oficial de policía que como descubra la verdad que se esconde tras el huésped puede acabar con la tranquilidad y bienestar por el que tanto ha sufrido la familia. A lo que hay que sumar la forma en que decide callarse para no preocupar a su esposo, un hombre más convencional que ella, quizás un poco lento y que encima está obsesionado con los misteriosos asesinatos de El Vengador

Todos los personajes están muy bien construidos, pero la señora Bunting se lleva la palma. Es un personaje que tiene todos los ingredientes para no acabar de caer bien al lector, pero al mismo tiempo es imposible no empatizar con ella,. Su forma de ser, como he dicho antes, es hija de su época, y además de su pasado, pues se crió en un orfanato desde muy niña y se ha pasado toda la vida trabajando. Como buena victoriana no puede evitar preocuparse mucho por las apariencias y por el qué dirán, amén de haber sufrido mucho al verse al borde de la miseria. Pero al mismo tiempo es terriblemente humana y tiene un gran corazón. Se preocupa más por sus familiares de lo que aparenta a simple vista. Si hay algo que me ha gustado mucho de “El Huésped” es que me parece muy novedoso la elección de la autora de su protagonista y narradora. Normalmente las historias de misterios y detectives suelen estar conectadas desde el punto de vista del asesino o de el encargado de perseguirles, o incluso de alguna potencial víctima. Que el foco en esta ocasión se centre en la casera del presunto asesino me parece un golpe de efecto muy interesante. Gracias a eso podemos ver una cara oculta de toda buena historia de misterios y muertes. No es algo muy común, y por eso me ha gustado tanto.

Entonces ¿Por qué diantres me ha costado tanto escribir mi opinión sobre esta obra? Porque aunque el libro me haya gustado mucho y crea que esta muy bien escrito, como he dicho más arriba, también me ha dejado un tanto fría e indiferente. No ha sido una novela que me haya impactado o me haya emocionado especialmente, me ha faltado algo en ella para que sea una lectura completamente redonda y recordable. Creo que esto se debe a que me ha faltado que ocurriese algo en ella, algún hecho o situación que me resultase chocante o que me descolocase, y que lograse cambiar el curso de la narración y hacer que tuviera más acción. Sé perfectamente que antes he escrito que no es una obra que esta no es una obra en la que suceden muchas cosas o el ritmo sea trepidante, que es por eso que es tan especial y única. Pero no creo que una cosa quite a la otra, ni tampoco creo que el ritmo pausado y una trama más enfocada en lo psicológico no puedan ir de la mano con algún que otro sobresalto que sirva de revulsivo para la narración. de ahí que, quizás, al final me haya resultado un tanto precipitado.
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Inquilinas_Netherfield
 07 April 2021
Como fan recalcitrante de Alfred Hitchcock que soy desde que era muy, muy jovencita (me gastaba mis escasos parnés adolescentes en comprarme pelis del tito Hitch y libros de bolsillo), la película The Lodger forma parte de mi cultura cinéfila (si a eso añadimos que todo lo que tenga que ver con Jack el Destripador también cae en mis manos, pues imaginaos... Estoy quedando muy friki, ¿no? Bueno, es lo que hay). El caso es que a pesar de mi interés en el tema, no tenía ni idea de que se había publicado en España El huésped, libro en el que se basa The Lodger (El enemigo de las rubias en España gracias a la maravillosa inventiva del genio que tradujo el título), y me enteré gracias a una reseña de Inés en su blog, La huella de los libros. Corrí a comprarlo, corrí incluso a comprar otro ejemplar para regalo, pero no me he puesto con él hasta ahora (y han pasado sus tres buenos años, fecha concreta que conozco porque en un acto de autoflagelación extrema guardo los tickets de compra dentro de los libros para saber el tiempo que los dejo esperando antes de leerlos). Sé que me entenderéis, no es en absoluto por falta de interés, todo lo contrario; es falta de tiempo y vida y de no llegar a todo lo que se quiere llegar. Pero nunca es tarde si la dicha es buena, leído y disfrutado está ya, así que os cuento.

Los Bunting están pasando sus peores momentos económicos desde que se casaron. Ambos se conocieron cuando eran sirvientes en casas distintas, y cuando se casaron decidieron intentar un negocio por su cuenta rentando habitaciones. al principio les fue muy bien, pero hace ya tiempo que sobreviven empeñando poco a poco sus pertenencias más valiosas y con los trabajillos ocasionales que le van saliendo al señor Bunting. Cuando más crudas están las cosas, aparece un desconocido en la puerta, el señor Sleuth. Es una persona extraña, arisca, desconfiada y con inclinación a recitar en voz alta pasajes de la Biblia. Quiere alquilar una habitación, quiere tranquilidad y quiere que le molesten lo menos posible. Acaba quedándose un par de habitaciones, y pronto queda establecido que, a poder ser, solo le atienda la señora Bunting. La fortuna sonríe al fin a este matrimonio de mediana edad, se acabaron las preocupaciones y la estrecheces, y la señora Bunting sería feliz si no fuese por dos cosas: una, que se están produciendo una serie de terribles asesinatos en Londres y su marido no para de hablar sobre el tema; la otra, que esos asesinatos coinciden con las salidas furtivas que hace su inquilino cuando cree que nadie le oye a altas horas de la madrugada. La señora Bunting sufre, sospecha y calla. ¿Y si está equivocada? Pero, por otro lado, ¿y si no lo está? ¿Y si han dado refugio a un cruel y siniestro asesino?

Os hablaba arriba de la adaptación de 1927 de Hitchcock, pero en realidad existen hasta cuatro adaptaciones más de esta novela (la última de 2009), así que imaginad la repercursión que tuvo la historia en su día y que sigue teniendo. No creáis que el mito y la fascinación que despiertan los asesinatos del Ripper es cosa de nuestra época; poco tiempo después de tener lugar los hechos ya se hacían rutas guiadas por los lugares reales de los crímenes (a estas rutas asistieron personajes como Arthur Conan Doyle, para que os hagáis una idea de la magnitud), así que esto viene de lejos. Por eso no es de extrañar el éxito de un libro como El huésped, que recoge buena parte del interés que ya existía en aquellos años sobre estos temas, pero lo hace usando a Jack el Destripador como gancho sin versar realmente la historia sobre él. El asesino de El huésped mata a más de cinco mujeres, lo hace incluso en horarios con calles llenas de gente y existen testigos que lo ven huir de la escena del crimen. No, no es Jack el Destripador, pero qué duda cabe que la base y la inspiración de los crímenes son los que son, así que para aquellos lectores que gustan del suspense clásico y una historia bien contada que mantiene el misterio de principio a fin, la trama de un asesino en serie en el neblinoso Londres de principios del siglo XX atrae como la miel a las moscas.

Dicho todo esto tenemos dos escenarios en la novela. Uno es la casa de los Bunting, donde además del matrimonio tenemos al huésped, pero también a otros dos personajes que no os he nombrado anteriormente. Por un lado Daisy, hija del primer matrimonio del señor Bunting que vive normalmente con una tía pero que, cuando suceden todos los hechos de la novela, coincide que va a pasar una temporada en Londres con su padre y su madrastra. Por otro lado tenemos a Joe Chandler, joven detective de Scotland Yard que visita a menudo a los Bunting y que forma parte del aparato policial que investiga los crímenes que asolan la ciudad, por lo que tiene a los Bunting completamente al día de lo que sucede en el caso (caso en el que no hay apenas pistas y que les tiene totalmente desconcertados). Porque ese es el otro escenario, el de los crímenes. Un asesino que se hace llamar El Vengador se dedica a asesinar a mujeres que tienen en común su tendencia a beber demasiado. de estos asesinatos, tan presentes durante toda la narración, realmente solo sabemos por el propio detective Joe Chandler y por los periódicos que el señor Bunting compra de manera casi compulsiva.

¿En torno a qué aspecto construye Lowndes la trama? Pues sobre todo al afán de supervivencia de Ellen Bunting. Sospecha del extraño señor Sleuth, las coincidencias son demasiado evidentes, pero su llegada no solo les ha salvado de la ruina absoluta, sino que ahora disfrutan incluso de cierta holgura económica. Así que no está dispuesta a dar un paso en falso por si sus sospechas son infundadas ni a dar la voz de alarma, ni siquiera ante su propio marido, que para lo obsesionado que está con el tema, en principio no parece enterarse de nada. Total, el señor Sleuth tiene pinta de caballero, es bastante excéntrico, guarda cosas bajo llave, realiza experimentos secretos en la habitación de arriba... pero se porta muy correctamente, es de lo más respetuoso, paga por adelantado y no da problemas. Mientras el detective Chandler y el señor Sleuth no se crucen en la casa, no tiene por qué pasar nada. Es más, si no fuese porque esta incertidumbre se está llevando por delante la salud de la señora Bunting, no sería para tanto... ¿no?

Resulta sorprendente lo mucho que hace Marie Belloc Lowndes con tan pocos elementos. Salvo contadas excepciones que no puedo adelantar aquí, casi toda la trama tiene lugar dentro de la casa de los Bunting, y aun así sentimos en la piel el Londres oscuro y neblinoso que al caer la noche se compacta de tal manera que apenas se puede ver nada a un palmo de distancia... ese Londres de finales del siglo XIX y principios del XX en el que podían pasar muchas cosas y muy desagradables con total impunidad. La narración avanza sin prisa pero sin pausa, con un suspense que va in crescendo conforme la historia se va adentrando en aspectos más psicológicos que criminales. Realmente de los asesinatos solo sabemos por terceros, por lo que se cuenta, por lo que se lee en los periódicos, porque lo que le interesa a la autora es el comportamiento y el revoltijo de pensamientos de su personaje principal ante una sospecha tan aterradora como tener bajo su propio techo a un asesino en serie buscado por toda la policía de la ciudad. Y es que el eje de toda la novela es Ellen Bunting y el cúmulo de contradicciones, miedos, acciones y decisiones que supone su día a día bajo la presión de la duda, y esa narración atmosférica es la que atrapa al lector desde el mismísimo inicio.

El huésped es una novela que mantiene al lector en vilo y bajo tensión mientras asiste a la gran cuestión de la historia: ¿tiene razón la señora Bunting al sospechar que el señor Sleuth es El Vengador o se imagina demasiadas cosas? Porque pueden presentarse dos situaciones: que esté en lo cierto o que no lo esté, y sea cual sea de las dos, el lector sabe que habrá consecuencias al final y que es inevitable que se llegue al punto de revelación en un sentido u otro. Si me preguntáis a mí, el final me ha parecido fantástico y muy consecuente con lo que se narra en el resto del libro (en un escenario que a mí me ha parecido muy original y muy intencionado por parte de la autora). Lo que comienza siendo una historia basada en los asesinatos de Jack el Destripador acaba convirtiéndose en otra muy interesante y la mar de recomendable por sí misma y sus propios méritos. Me apasionan los misterios clásicos, lo sabéis: su tempo, su forma de contar las cosas, la época en que se sitúan... y soy muy feliz cuando me encuentro con uno que reúne todos los requisitos y los utiliza con buen criterio. Así que, por si no quedaba claro, solo puedo resumirlo de una manera: El huésped merece mucho la pena.
Enlace: https://inquilinasnetherfiel..
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Rosa_Halcombe
 12 February 2023
Hoy traigo la reseña de una novela que me enganchó desde la primera página. Y no porque tenga un ritmo trepidante, pues diría que se cuece a fuego lento... No, fue simplemente uno de esos libros que te hacen sentir cómoda inmediatamente entre sus páginas, que me transportó sin ningún esfuerzo a las calles neblinosas del Londres de 1888. ¿Y quién os suena que vagaba por esas calles en tales fechas...?

La historia está contada desde el punto de vista de la señora Ellen Bunting, que junto con su marido ha abierto una casa de huéspedes. Ambos trabajaron muchos años como servicio doméstico, personas decentes y trabajadoras que, al no tener ahora a quién servir, han decidido alquilar una casa y rentar las habitaciones. Sin embargo, su situación es precaria; la casa está vacía y apenas les da para llegar a fin de mes. El hambre acecha y no pueden ni siquiera sacar unos peniques para comprarse el periódico, que el señor Bunting leía con avidez. Además, ahora lo echa de menos más que nunca: en Londres están ocurriendo una serie de asesinatos y todos esperan oír por la calle los gritos de los chavales que venden los periódicos para adquirir uno corriendo y enterarse de las últimas noticias.

Cuando ya casi no tienen para comer y la señora Bunting empieza a desfallecer, alguien llama a la puerta. Resulta ser un caballero que quiere alquilar un par de habitaciones y paga generosamente para que no se aloje nadie más con ellos. Los Bunting aceptan encantados y dan la bienvenida a su nuevo huésped, que por lo demás es tranquilo y reservado y no les da problemas, aunque sí parece algo maniático y desconfiado.

Sin embargo, el ambiente en la ciudad es inquietante porque los asesinatos no dejan de sucederse. Se producen a altas horas de la madrugada y las víctimas son siempre mujeres, casi todas «de moral dudosa». Efectivamente, aunque nunca se dice claramente, el libro evoca la figura de Jack el Destripador.

Una noche la señora Bunting escucha cómo su huésped sale a la calle pasada la medianoche y vuelve antes del amanecer. A la mañana siguiente, los periódicos anuncian un nuevo asesinato, y en Ellen se siembra la semilla de la duda: ¿será posible que ese huésped tan amable, que paga puntualmente y los ha sacado de la pobreza, sea el asesino que todo Londres busca?

Como digo, la señora Bunting empieza a albergar sospechas respecto a su huésped, pero no se las comunica a su marido ni mucho menos a Joe, el amable policía amigo de la familia que los visita de vez en cuando (y que es uno de los encargados de la investigación de los asesinatos). A medida que avanza la lectura también el señor Bunting empezará a sospechar, pero es interesante el clima que se crea en la casita, pues ninguno de los esposos se atreve a comentar sus dudas al otro. ¿Cómo pensar algo así de un huésped tan correcto, con un aire a veces tan desvalido, que no para de leer pasajes de la Biblia durante la jornada...? Además, sin un huésped tan generoso ambos se verían sin duda abocados de nuevo a la pobreza, así que deciden no decir nada, pero se obsesionan con el periódico de la mañana para ver si «el Vengador», como lo llaman, ha atacado de nuevo.
No temáis leer detalles escabrosos sobre los crímenes de Jack el Destripador, pues no los hay. Lo que me ha gustado de esta novela es la sutil tensión psicológica que va construyendo la autora y que en su mayor parte se desarrolla en un espacio muy reducido: la casa de huéspedes a la que alude el título. También me ha gustado cómo expresa Marie Belloc el morbo que mueve al señor Bunting a comprar el periódico cada mañana (un poco parecido al interés que hay hoy en día con los crímenes y sucesos), cómo lo lee con avidez para ver si el Vengador ha vuelto a atacar. Y también la actitud de la señora Bunting, quien, pese a que en un momento dado tiene la certeza de que su huésped es el asesino que todo Londres anda buscando, prefiere negárselo a sí misma, decirse que ese hombre no sería capaz de algo así y mirar para otro lado... no vaya a ser que se queden sin ese generoso ingreso mensual que les ha caído del cielo.

El huésped, publicada en 1913, me ha parecido una novela perfecta de misterio y tensión psicológica con tintes góticos, a la que además no se le nota nada que fue escrita hace un siglo. Desde la primera página cautivó mi atención con una ambientación perfecta en un Londres neblinoso de finales del s. XIX, unos personajes muy bien perfilados, una trama con una tensión muy dosificada y que aun así no tiene que caer en detalles morbosos para mantener la atención lectora. Un libro que me alegro muchísimo de haber leído y que se va a mi lista de favoritos.

Yo lo leí en la cuidada edición de Menos Cuarto Ediciones, con la traducción acertadísima de Susana Carral. Y, por cierto, escogí esta lectura porque Las Inquilinas de Netherfield la recomendaron para el reto Serendipia Recomienda 2022. No lo leí a tiempo para completar el reto, pero me alegro igualmente de haberlo escogido porque de otro modo no creo que esta magnífica novela se hubiera cruzado en mi camino.

Enlace: http://lavidanobasta.blogspo..
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nibiaypuki
 14 October 2022
Una de las primeras teorías sobre la identidad del nunca descubierto asesino victoriano Jack el Destripador, desarrollada en una novela de muy buen pulso narrativo, que dio lugar a uno de los primeros filmes del genial Alfred Hitchcock: "El enemigo de las rubias".
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Citas y frases (2) Añadir cita
Rosa_HalcombeRosa_Halcombe01 February 2023
—No resulta seguro dejar la puerta de la calle abierta en Londres —dijo él con severidad—. Espero que no suela hacerlo. Cualquiera podría colarse dentro.
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Rosa_HalcombeRosa_Halcombe01 February 2023
Cualquier sufrimiento conocido resulta menos aterrador y más fácil de llevar que una experiencia menos terrible pero totalmente novedosa.
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