Nada es todo blanco o todo negro. Con los años, he comprobado que Marías no me decepciona. Sigue siendo uno de mis escritores favoritos. En la intimidad de su prosa, lo importante no es el argumento sino el alma de sus personajes (sus razones para actuar, sus pensamientos, sus sentimientos y, sobre todo, sus contradicciones). Sus libros están repletos de digresiones y reflexiones que se alejan del continente pero no del contenido de la vida. |