La última paloma

“Los que sí nos miran son sus ojos. Aún abiertos, detenidos en un rictus de terror. Nunca hasta ahora me había enfrentado a un cadáver tan joven. Drogas. Prostitución. Lesiones. Delitos sexuales. Informáticos. Una vez a una pelea entre yonquis que terminó con uno acribillado a navajazos porque le debía cinco euros al otro. Pero nunca a una niña a la que le han robado la vida. Y con ella, la posibilidad de vivir.” ~ La última paloma de Men Marías.

Una joven aparece brutalmente asesinada cerca de la base naval de Rota. Lo peor es que a medida que se conocen más datos de la autopsia el crimen es peor de lo que parece y la sargento Patria Santiago se convence de que no es un crimen aislado sino que Diana puede ser la primera víctima de una serie. Patria y su compañero Sacha Santos son los encargados de la investigación que la autora narra desde un doble enfoque: el de Patria y el de Sacha. Además, viajamos a Rota a finales de los 50 y conocemos la historia de varios soldados norteamericanos y su integración en la comunidad andaluza.

En primer lugar he de reconocer que me ha costado leer este libro. Bastante. Y me ha costado porque son demasiadas subtramas, saltos temporales a ese Rota de 1958 pero también intermedios. Además he odiado a los personajes y sus traumas –demasiados y desde mi punto de vista muy reiterados por la autora–. El libro se me ha hecho largo y repetitivo.

Peeeero, reconozco que es una historia que podría quedar muy bien en pantalla. Me parece que todos los flashback que pululan por la historia en los pensamientos de los personajes serían más fáciles de entender en una película. En el libro me han sacado de la historía, me han provocado rupturas en la lectura y me he perdido varias veces porque no sabía a qué se refería. Eso y otras cosillas que no entraré a detallar.