Éramos pobres, pero lo teníamos todo. El problema es que cuando una lo tiene todo lo averigua después. Siempre después
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Éramos pobres, pero lo teníamos todo. El problema es que cuando una lo tiene todo lo averigua después. Siempre después
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Nos tratamos como nos enseñan a tratarnos
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La sangre no ama. Aman las personas.
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Un niño es una caja vacía que sus padres llenan. Pueden hacerlo con flores o con basura. Y así olerá esa caja
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La muerte es un espejo reformador.
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Todos tenemos derecho a que nos dejen en paz con nuestras miserias. No pide ayuda quien quiere, sino quien puede.
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El dolor de la certeza es un gran consuelo: identificar el motivo del daño.
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No solo no tienen miedo a que las destrocen: desean que alguien lo haga. Porque es lo que han vivido de pequeñas. Y pasamos la vida buscando repetir lo que hemos vivido en la infancia. Nos tratamos como nos enseñan a tratarnos.
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Fue hacia ellas con diligencia, tiesa como un bastón, sin dudarlo. Como si no tuviera miedo a la vida. Esa vida que decide aleatoriamente quién habita el infierno y quién la tierra. Quién vive en los sótanos y quién en la superficie
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Creemos que la vejez es el premio a una vida recta y, a veces, no es más que la madriguera a la que, arrastrándose, consiguen llegar las alimañas.
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10 negritos