La isla del padre es el mejor regalo póstumo que un padre pueda recibir de un hijo: un canto de amor filial para paliar una ausencia. Un ejemplo hasta dónde puede llegar la buena metaliteratura (opinión de José Luis Muñoz). En la portada del libro tenemos una fotografía del padre y del hijo Fernando, aún pequeño que pueden apreciar más abajo. La isla del padre recibió el Premio Biblioteca Breve 2015 y el título viene del hecho que con un padre navegante, éste dio el nombre de cada uno de sus tres hijos a unas islas frente a la costa mexicana. Así, Fernando tuvo « su » isla, la isla del padre. El escritor escribe sobre su padre, un mecánico de buques de la marina mercante, un padre que pasó la vida surcando mares y marcando una ausencia lo que no permitió ver crecer a sus hijos, Fernando siendo el mayor de los tres. La columna vertebral del libro es el miedo mutuo que se profesan padre e hijo porque no se conocen y sin conocerse, se temen. Es un libro que baña en un ansia de reencontrar al padre, de entenderlo, de proyectarse en cierto modo con él, de reencontrarse consigo mismo y con los recuerdos. Es un libro por el que navegan barcos y atraviesan trenes. Los barcos de la vida navegable del padre y los trenes de Fernando Marías que recorren la línea Bilbao-Madrid. Enlace: https://pasiondelalectura.wo.. + Leer más |