Historia de María Griselda

Un excelente relato corto, pero intenso y muy bueno. Gracias a Guille, que publicó su reseña y me gustó, lo decidí leer porque me resultó muy atractivo y debo decir que me ha encantado.

Un relato publicado en el año 1946 y reeditado posteriormente , que lo que nos pone en evidencia es que a pesar del tiempo pasado, es un relato absolutamente moderno, un relato de una narradora que engancha y satisface.

Y su María Griselda, la mujer de la que nos narra su historia, aunque apenas aparece en escena, logra una presencia que la sentimos e imaginamos por todas partes, es la protagonista absoluta, y es también increíble como va llenando completamente las páginas que leemos, su influencia es total y solo es ella y su trágica belleza.

Sí, la clave es su gran y extraordinaria belleza, María Griselda, es la belleza a la que nadie puede sustraerse.

También escrita de forma muy lírica, este relato, en todos los sentidos, por su brevedad, su potencia y también en cuanto a su significado y la temática tal y como se expresa, esa manera de crear un ambiente tan sutil, además de presentarnos personajes enigmáticos y en una atmósfera tan etérea, se puede considerar poesía. Y es que lo es, al menos, consigue que así la vivamos.

Es importante destacar también, que en María Luisa Bombal los personajes femeninos siempre destacan, siempre son extraordinarios y, en este caso, su María Griselda, que es amada por todos los seres de la creación, la ama la naturaleza, la aman los hombres y la admiran y adoran las mujeres, despierta en todos esa fascinación que a ella le provoca, además, estupor e infelicidad.

La belleza siempre ha aparecido y la hemos considerado como algo dichoso, como un factor de alegría y de felicidad, una potente fuerza de bienestar y satisfacción, y la persona que la posee es admirada , venerada e idolatrada.

Sin embargo y, curiosamente en esta obra, la belleza no procura bienestar y satisfacción, sino todo lo contrario, es una belleza trágica y no procura felicidad , sino que es destructora y devastadora.

Una belleza tan intensa que no puede ser benéfica , ni para la poseedora de ella, María Griselda, que además posee muy buenos sentimientos, es una mujer buena, ni para sus adoradores, ni para los que la ven por primera vez, porque lo que provoca es sólo insatisfacción, destrucción y dolor ¡Qué terrible es la situación a la que nos enfrentamos!.

Y es que la enorme y gran belleza de María Griselda, logra que veamos más directamente las imperfecciones de los demás , y esto nada bueno puede provocar. Y lo que se produce será la envidia, el odio e incluso el rechazo y entonces, María Griselda será la víctima, porque no la pueden poseer y así irá transformando la vida de los personajes que la rodean.

La belleza de maría Griselda se puede considerar una belleza maldita, sí, porque en la vida y en nuestro mundo lo verdaderamente mágico, como es su belleza, pues siempre representa un peligro. Y aquí lo encontramos.

A María Griselda, la podemos ver, remitiéndonos a la mitología, como a una ninfa que habita en el río, en el agua y este es el elemento es en el que encontramos a María Griselda, retirada en al río para descansar en soledad, con sus largas trenzas sueltas en las aguas del río y fundida con los elementos naturales. Y es que María Griselda se alimenta, se nutre de la propia naturaleza.

Y mitológicamente también estaría cercana a través de su mirada, que no deja indiferente a nadie, a la Medusa y a otros seres mitológicos. Verdaderamente, la presencia de los mitos en el relato es acertada y certera.

Un relato corto del que se puede hablar largo y tendido, es poderoso porque nos permite adentrarnos por un sin fin de cuestiones con las que poder seguir por innumerables caminos y acercarnos a los mitos, a los cuentos, a la poesía, a la vida, al amor y a la tragedia.

Parecería que lo innato no es suficiente para crear un ser completo. Una belleza, una hermosura perturbadora en cuanto lo es más allá de lo terreno, de lo que puede comprenderse, que consigue salirse del mundo, de lo realmente humano, no alcanza, no es suficiente para que se pueda dar la felicidad.

María Griselda , quizá, acaricie la idea de que debe completarse, armarse de sustancia mundana para poder dejar de ver en las pupilas que la miran, un abismo.

Me ha gustado mucho, me ha parecido un excelente y gran relato. Anímense.