Rosas negras

Sin duda el mejor ingrediente en una novela negra es el asesino que presenta y los asesinatos que ha cometido, seguido de esto, la investigación policial o lo que sea que marque el perseguir, buscar pruebas y dar con quien es el asesino y luego atraparlo, pues bueno, este libro nos entrega eso, pero tiene más, mucho más.

He leído muchos libros de corte policiaco o novela negra, la mayoría me gustan, pero creo que son pocos que me dejan con este buen sabor de boca y con la emoción de haberme leído un libro que sobrepasa a la media en historia y calidad.

A los que nos gusta el género, no hay nada mejor que un libro que nos sorprenda por donde se le mire, este libro es brutal y tiene además una historia que a simple vista o en principio parecería simple o sencilla y de repente ¡BAM! te tumba del asiento, te hace sospechar en la culpabilidad del asesino y cuando crees que ya tienes todas las piezas, ahí viene de nuevo el golpe y ¡BAM! que no todo es lo que parece.

Como me encantaría poder poner aquí todo lo que estoy pensando sobre la historia, pero eso sería revelar demasiado y este libro, si deciden leerlo, tiene que sorprenderlos como lo ha hecho conmigo, hay que ir divagando entre la certeza de la culpabilidad, para luego dudar de esas certezas y sospechar que existe incriminación y persecución a un inocente y luego toparse con el grandioso giro de historia que tiene este libro.

Aunque es un libro de corte policial, también nos topamos con un thriller jurídico, no vamos a encontrar juicios largos, pero si, lo que tienen que pasar un abogado defensor y el fiscal para manejar este caso.

Un libro que sin duda recomiendo totalmente, imperdible.