Brumas del pasado

Los primeros capítulos del libro siguen un ritmo lento pero interesante, ya que se nos presenta la vida de Helena, de sus amigos y familiares. Estamos ante una trama que se cuece poco a poco y que no cuenta con giros argumentales muy impactantes, pero absolutamente todo lo que sucede capta la atención del lector. Conforme avanzamos en la trama, nos vamos dando cuenta de la complejidad que va tejiendo la historia, haciendo que la lectura se agilice por su gran atractivo.

También nos adentraremos en la vida familiar y seremos testigos de los distintos problemas que tiene una familia normal y corriente, por lo que nos podremos identificar con Helena en ese aspecto. Viviremos el crecimiento de sus dos hijas y cómo lidia Helena con las distintas dificultades de la adolescencia y el cambio. Por otro lado, existe una parte de misterio y magia que me ha tenido muy enganchada, a pesar de que me ha parecido algo predecible. El conjunto de la familia, con las responsabilidades, la magia y el misterio ha quedado perfecto y nos ha dado una buena lectura.

La ambientación me ha gustado mucho, porque en todo momento parece que estamos en la vida de Helena de forma espontánea. Además, el toque que tiene de mitología griega me ha encantado. Sí, habéis leído bien, otro de los temas que trata esta novela es la mitología griega. Un punto a favor es que ocurre de forma sutil; no se introduce esta información de forma abrupta ni pesada.

Hay muchos personajes, pero Helena es el personaje estrella de este libro. Ella es una mujer que actualmente está pasando por un mal momento, pero que avanza y sigue con muchas ganas de vivir. Un gran ejemplo para todas. Por este motivo y muchos más, Helena ha sido mi personaje preferido. Carmela, su cuñada y amiga, es un personaje que ha dado un toque fresco a la novela debido a su vocabulario y a su forma de ser (como dice la autora, a veces hay que lavarle la boca con lejía). Obviamente, existen muchos más personajes, todos ellos importantes en la vida de Helena, pero que no mencionaré para evitar destriparos la trama. Lo que más me ha gustado de los personajes es que no son perfectos y todos tienen sus miedos e inseguridades, y nos enseñan que no debemos dejarnos llevar por esos sentimientos y seguir adelante.

Como comentario crítico negativo, comentar que hay veces que los diálogos se tornan poco naturales, pero en muy pocas ocasiones, nada grave ni que moleste. Sé que la autora ha mejorado esto con respecto a su anterior novela, así que, aunque yo haya notado algo, me alegra de que haya evolucionado. Además, la editorial debería de repasar la ortografía porque, aunque hay poquitos fallos, deberían de ser corregidos. Por ultimo, creo que la sinopsis cuenta de más, y parte de la historia me ha resultado predecible por eso mismo. Me ha parecido importante comentarlo porque es una pena que por una sinopsis se estropee la historia.

Es la primera vez que leo algo de la autora y tengo que confesar que me encanta su pluma. Escribe de una forma muy fluida y amena, por lo que he quedado maravillada con su prosa. Además, se nota que ha tenido un amplio y un buen proceso de documentación. Espero leer pronto su anterior novela titulada Estatuas de sal, porque claramente voy a tener en cuenta a esta autora y a sus novelas.

Entre las páginas de Brumas del pasado no solo nos encontraremos con la historia de Helena, también seremos testigos de una gran diversidad de sentimientos haciendo que recordemos valores que quizás hayamos olvidado. La historia de Helena es también la nuestra; la de todas. Un libro perfecto y que recomiendo si queréis disfrutar de una bonita prosa y una historia muy bien hilada e interesante.

¿Os animáis con este libro?
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