 |
El cómic creado por Marchamalo se apoya principalmente en un dibujo que, aunque aparentemente sencillo, no deja de ser el punto más fuerte de un tomo que pretende abarcar demasiado en solo 230 páginas. El guion, con algunos destellos brillantes, se convierte en un salto de mata en el que al lector no le da tiempo apenas a asimilar nombres o lugares, ni a encariñarse con ningún otro personaje. de hecho, el propio Julio Cortázar es dibujado con pinceladas gruesas y tampoco terminas de encariñarte con sus experiencias y vivencias. Decente, pero te deja algo frío. le ha faltado un poco más de... alma por parte del guionista. Insisto en que este cómic se sustenta en un porcentaje muy alto en el buen trabajo al dibujo. |
>
