El hombre al que creía un monstruo me ha dado la mejor semana de mi vida y, por lo que recuerdo, la mejor noche de mi vida, y no tengo la menor idea de cómo asimilarlo.
Se suponía que solo iba a ser sexo. El pago de una deuda. Pero ha escapado a todo control, y ahora me aterra que se esté convirtiendo en algo totalmente distinto... algo que es imposible.
Sé que tengo que concentrarme en lo que fue al principio: sexo. Necesito borrar mis recuerdos incompletos de anoche, porque son demasiado bonitos para ser verdad.